Sensaciones desde El Zanjón

ORGULLOSO.- "Es muy fuerte. Nosotros mismos nos emocionamos en cada puesta de la obra y más de uno suelta una lágrima", aseguró el director de la escenificación, Ricardo Salim. "Hay momentos muy impactantes, porque está calculado que el momento de la muerte de Jesús ocurra justo en la caída del sol, pero cuando bajan las nubes se genera un clima de luto y esto que empezó con sol termina en un clima triste, muy lúgubre, salvo con la resurrección de Jesús que nos da un aliento para querer y amar a los demás", agregó. El arquitecto recordó que, todos los años, el trabajo comienza dos meses antes con un total de 30 actores profesionales de la Fundación Teatro Universitario y otros colaboradores de Tafí del Valle.

SOBREPASADOS.- La organización de la puesta en escena de la Pasión de Cristo comenzó en las primeras horas de ayer. Un grupo de mujeres, que colabora con la cooperadora del hospital de tafí del Valle, instaló el portal de acceso junto con la cartelería. Además de las casillas para las boleterías también se ubicaron varios puestos de venta de comidas regionales. Al final del día, los anfitriones se sorprendieron por la respuesta del público que sobrepasó las estadísticas de los años anteriores.

UN SUSTO.- El personal de atención de la salud tuvo que intervenir en asistencia de una persona mayor que sufrió un desvanecimiento antes del inicio del espectáculo. El público pidió ayuda, la Policía intervino para comunicarse con los paramédicos y, de inmediato, ingresó una ambulancia que trasladó al paciente rumbo al hospital de Tafí del Valle. Esa fue la única intervención que realizaron los especialistas de la sanidad.

ASEDIADOS.- Los protagonistas de la Pasión de Cristo utilizaron una carpa como vestuario para alistar sus atuendos. Al final de la representación, ese sitio fue desbordado por familiares, amigos y algunos turistas que buscaban una fotografía con algunos de los principales actores. El personaje que representó al asesino Barrabás bromeó con algunos curiosos al advertirles que la foto iba a tener un alto costo.

UNA GRAN RESPONSABILIDAD.- "Cada año es algo distinto, algo nuevo", admitió Juan Ignacio, que representó a Jesús de Nazareth. En diálogo con LA GACETA , el actor destacó que su rol implica una gran responsabilidad. "Creo que cada momento de la obra es clave. No es que hay algo de más o de menos. La obra es muy redonda. Hay momentos de mucha pasión, de energía de Jesús, del amor que tiene Jesús a los hombres. Y por eso la gente puede revivir en esa situación que vivió Jesús", explicó. Además resaltó que la puesta en escena tiene mucho realismo. "Es un escenario natural y eso ayuda muchísimo", explicó.