Nuevo choque en la puja entre el Gobierno y la Justicia

BUENOS AIRES.- La polémica entre la presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, y la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que comenzó a partir de las críticas de la mandataria en contra de jueces que fallan contra el Estado, tuvo ayer un nuevo capítulo. Estuvo dado por la propuesta del diputado kirchnerista santafesino Alejandro Rossi (hermano de Agustín Rossi, titular de la bancada oficialista) de indagar la vida privada de los magistrados, iniciativa que fue tildada de "fascista".
Las críticas provinieron del presidente de la Asociación de Magistrados y Funcionarios de la Justicia Nacional, Ricardo Recondo; de la diputada nacional de la Coalición Cívica Elisa Carrió, del diputado del Peronismo Federal Gustavo Ferrari y del titular de la Corte  de Santa Fe, Rafael Gutiérrez.
"Me sentí en la Alemania de los años 30", dijo Recondo, luego de escuchar en Diputados el planteo del oficialista. "A los kirchneristas les sale el enano fascista de adentro", condenó.
Alejandro Rossi había asegurado, durante la apertura de la ronda de consultas para modificar el Consejo de la Magistratura, que se debe averiguar "qué ideología tienen (los jueces), cuántos están casados entre sí, cuáles son parientes, a qué clubes van, a qué colegios asisten sus hijos...". Pero ayer negó haber planteado "una investigación fascista". Explicó que fue interpretado mal y pidió disculpas si había "ofendido a alguien".
El legislador dijo que buscó "graficar cuál es el producto que se elige" y ratificó que hay que "tener en cuenta su historia, sus conductas, su formación filosófica y moral, y eso surge de dónde ha estudiado, de cómo ha sido formado, de la clase social a la que pertenece".
Carrió acusó al Gobierno de alentar la "delación" y de abrir "una etapa fascista, donde se empiece a perseguir a opositores, jueces y periodistas". Si bien no quiso ahondar respecto de este último punto, advirtió: "esta connotación con lo privado forma parte de un sistema panfletario tipo SIDE", en alusión a la ex Secretaría de Inteligencia de Estado.
Por su parte, Ferrari calificó como "fascismo explícito" la idea de Rossi, "pues vulnera lo más elemental del derecho a la privacidad. La propuesta está generando un estado policíaco que no vamos a permitir", advirtió.
El juez Gutiérrez dijo: "no interesa adónde vaya un juez si cumple con lo que tiene que cumplir. Tenemos un código de ética: salvo que vayan a lugares 'non sanctos', no me importa que usted vaya a un club o a otro". (DyN)