Un problema estructural

Un problema estructural

Por Beatriz Garrido - Doctora en Historia.

22 Noviembre 2009
Las últimas décadas del siglo XX fueron las más productivas para dar visibilidad a la violencia contra las mujeres, desde la violación hasta el femicidio pasando por todas las formas en que el patriarcado ha puesto en acto el ejercicio del poder masculino. La violencia contra las mujeres es un problema social estructural con consecuencias letales. El informe de Investigación sobre Femicidios en la Argentina (primer semestre de 2009) de la asociación La Casa del Encuentro señala que 82 mujeres fueron asesinadas por la violencia sexista de sus maridos, parejas, amantes, novios, ex parejas, parientes, vecinos y desconocidos.
Nuestro país aprobó la Ley 26.485 que reconoce cinco tipos de violencia (física, psicológica, sexual, económica y patrimonial, y simbólica) y seis modalidades que van desde el plano doméstico hasta el institucional. No obstante, el número de homicidios crece.
Rita Segato señala que esto revela cómo el género es violencia y funda todas las otras formas de violencia: un edificio completo y jerárquico de expropiación para construir poder violento, una maquinaria genocida. Siempre hablamos del mismo fenómeno: la opresión de las mujeres. Indagar sobre las representaciones culturales de género permite identificar los mecanismos socioculturales que actúan en la negación continua de las mujeres como sujetos.
Según Nash, las representaciones culturales desempeñan un rol central como mecanismos subalternos, aunque pueden también actuar como formas de resistencia.

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