Aparecen nuevos focos de incendio en el cerro San Javier

Aparecen nuevos focos de incendio en el cerro San Javier

Las ramas ardientes se desprenden de los árboles y caen realimentando las llamas. Los bomberos de Yerba Buena y de Lules combaten el siniestro con muchas dificultades. No pueden trasladar agua.

PAISAJE QUE ATEMORIZA. Entre la vegetación se ve el humo del fuego que avanza, cada vez más próximo a la zona poblada de Horco Molle. LA GACETA / FRANCO VERA PAISAJE QUE ATEMORIZA. Entre la vegetación se ve el humo del fuego que avanza, cada vez más próximo a la zona poblada de Horco Molle. LA GACETA / FRANCO VERA
17 Octubre 2009
Los rayos calientes se cuelan entre los árboles. Arturo Olima se seca el sudor de la frente y lamenta que haya salido el sol. Mira inquieto a su alrededor; observa cómo el viento mueve las ramas y cómo cada vez se vuelve más grueso el colchón de hojas secas que cubre el suelo. Esos detalles no son señales alentadoras, piensa el baquiano, mientras espía entre la vegetación el humo que brota de la montaña. Hace cuatro días aparecieron los primeros focos de incendio en el cerro San Javier, a la altura de la zona conocida como "El rulo", y desde allí comenzó a extenderse hacia el norte y hacia abajo. Ayer, el fuego estaba en la zona de Horco Molle, lo que despertó un gran temor debido a que se trata de un lugar poblado y de una vetetación exuberante, lo que facilita la expansión de las llamas.
Llegar los focos del incendio no fue tarea fácil para los bomberos voluntarios de Yerba Buena y de Lules. Acompañados por guardaparques y baquianos, tuvieron que caminar unos cuatro kilómetros por senderos de montaña para alcanzar las llamas e intentar controlarlas. Al mediodía, cuando los efectivos intervinieron en el hecho, el fuego ya había devorado aproximadamente una hectárea, resaltó Carlos Peralta, jefe de los bomberos de Yerba Buena.
La gran cantidad de hojas secas, el sol y el viento son factores que favorecen los incendios forestales. Si no llueve en forma considerable, según los bomberos, el siniestro podría tornarse incontrolable. "Algunas ramas encendidas caen y generan nuevos focos de incendio. Por eso, hasta ayer (por el jueves) el fuego se ubicaba a mayor altura de la primera confitería; en cambio hoy (por ayer) ya está debajo de esa línea", explicó Pedro Rodríguez Zalazar, coordinador de los bomberos de Yerba Buena.
Anoche hasta última hora continuaban combatiendo las llamas. Los bomberos enfrentan la dificultad de llevar agua hasta la zona del siniestro. El único recurso con el que cuentan es armar lo que se llama cortafuegos. Con esta técnica, tratan de alejar de las zonas conflictivas las hojas secas y otros objetos que puedan alimentar las llamas.
"Vemos que el fuego avanza muy rápido y en bajada. Ojalá llueva pronto y no aparezcan nuevos focos", exclamó, casi sin aliento, Peralta. Otras dotaciones de bomberos ponían bajo control los últimos focos del incendio que se desató el jueves a la altura de El Gauchito Gil, a metros de la ruta provincial 338.
Debido al humo se había reducido la visibilidad en el camino a San Javier. En esa zona, las llamas quemaron cinco hectáreas. En "El Rulo" también ardieron cinco hectáreas. Más abajo, a la altura de la Virgencita, el fuego destruyó unas dos hectáreas.
Según las investigaciones efectuadas por la Policía, el incendio fue provocado en un sendero muy utilizado para hacer mountain bike o treeking. Aún no se determinó si fue accidental o provocado. La sequedad del ambiente expandió rápidamente el foco ígneo.
"En estas situaciones es importante actuar rápido, pero la tarea se hace difícil dado lo escarpado de la zona", explicó Juan Bertolini, jefe de los Bomberos de Lules. La esperanza es que se cumpla el pronóstico meteorológico que prevé lluvias para el fin de semana.

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