Exaltan las ventajas de la vida sin drogas

Ya no muestran afiches que detallan los efectos de las drogas ni se dictan charlas. Ni siquiera hablan de las sustancias ilegales. "La gente se cansó de eso", dicen los especialistas, que debieron dar un giro en el trabajo de prevención.
Daniel Ascárate, operador de prevención del consumo de drogas en los barrios, explicó que las charlas sobre los efectos de los estupefacientes "suelen despertar la curiosidad de los jóvenes".
Según destacó Luis Carbonetti, jefe del servicio de Asistencia de las Adicciones del hospital Avellaneda, ahora se hace hincapié en los proyectos de vida de los jóvenes y en resaltar lo positivo de no consumir drogas. "Encontramos familias muy preocupadas porque cada vez es mayor la oferta y la variedad de sustancias. Lo bueno es que ahora comprenden que el problema no son los jóvenes, sino que es todo el barrio y la comunidad los que necesitan reforzar las actividades saludables para prevenir las adicciones", aseveró.
La mayor barrera con la que se encuentran los operadores es la naturalización del uso de algunas drogas, como la marihuana. "Hay una subcultura juvenil que fomenta el consumo. Además es una sustancia que atraviesa todos los ejes: es probable que tanto un policía que detiene a un consumidor o un juez que lleva un caso de estos alguna vez haya fumado", dijo Ascárate. El operador no es optimista respecto a esta hierba. "Está de moda y sigue el mismo camino del alcohol. Hasta los padres dicen: 'si mi hijo fuma marihuana, nada más'", destacó. Asimismo, subrayó que no es una droga blanda, sino que causa serias consecuencias psiquiátricas. También se modificó el modo de reinsertar a los adictos. Actualmente, se procura que estos puedan contar con un trabajo cuando vuelvan a la casa después del tratamiento.