Tucumán y Cabrera, un solo corazón

Desde que pisó por primera vez el "Jardín de la República", Angel Cabrera sintió una sensación nueva, como si fuera amor a primera vista. El cordobés, nacido en Villa Allende, lentamente se fue ganando el corazón de los tucumanos, que vibraban en cada presentación del "Pato" en Alpa Sumaj. Y así como esa admiración fue incrementándose a mil por hora, los logros de Cabrera también.
Obtuvo en cinco ocasiones el Abierto del Norte, lo que lo constituye en el máximo ganador del certamen golfístico más importante del Noroeste argentino. Además de premios y lauros, Cabrera se ganó la amistad de varios grandes del deporte, como César Monasterio, compañero de emociones cuando ambos comenzaron a descollar en el circuito nacional, y Andrés Romero, amigo personal y fiel socio en cada incursión internacional que requiere de sus servicios.
Dentro de su complicada agenda, el "Pato" siempre deja un hueco para mayo o junio. Su objetivo, claro, es compartir una semana a pleno golf en la cancha del Jockey Club y, al mismo tiempo, disfrutar con sus amigos.
La familia Romero (de "Pigu"), generalmente oficia de anfitriona cada vez que Angel viene a la provincia. Nada de hoteles ni alojamientos por el estilo. Es un hombre de la casa; por lo tanto así, debe sentirse.
Una muestra puntual de lo a gusto que se siente el ganador del Masters en Tucumán, es que viajó miles de kilómetros para acompañar a "Pigu" en su cumpleaños, en el que fue uno de los invitados de lujo, junto con Eduardo "Gato" Romero, otro de los grandes del golf nacional.
Saluda a uno, a dos, a cientos de amigos (y no conocidos) y sigue su camino por los pasillos del club house de Alpa Sumaj. Así es Angel Cabrera, un grande del deporte nacido en Córdoba, pero que siente tanta pasión por Tucumán y por su gente, que la adoptó como su segundo hogar. Es que aquí lo hacen sentirse uno más.

Federico Romero

"Me siento feliz, porque Cabrera es como un hijo para mí y él lo sabe. Cuando vino a jugar a Tucumán fui su caddie, porque lo considero uno más de mi familia. Estoy emocionado; lo que logró es algo grandioso para el golf argentino", dijo el padre de "Pigu".

Jorge Ramón

"El jueves me puse la remera del Masters de Augusta, porque pensé que luego de la primera vuelta podía ganar. Me sorprendió su tranquilidad. Por suerte ayer se puso las pilas en los últimos hoyos. Su triunfo es una gran satisfacción para el golf argentino".