Robó, intentó huir, y se dio de frente contra un taekwondista

Robó, intentó huir, y se dio de frente contra un taekwondista

Un ladrón de 39 años fue reducido ayer en pleno centro luego de arrebatar un maletín. El profesor de artes marciales enseña en la escuela de Policía. Los testigos no podían creer lo que estaban viendo.

PREPARADO. Centeno practica taekwon-do desde hace 35 años. LA GACETA/OSCAR FERRONATO PREPARADO. Centeno practica taekwon-do desde hace 35 años. LA GACETA/OSCAR FERRONATO
15 Marzo 2009

Si hubiera sabido quién estaría en la misma cuadra que cuando iba a perpetrar el robo, seguramente lo hubiera pensado mejor. Un delincuente de 39 años asaltó con esgrimiendo un cuchillo a un empleado de un comercio que llevaba casi $ 30.000 en pleno centro y recibió una paliza cuando, en la huida, fue interceptado por un profesor de taekwon-do.
El violento ataque y sus consecuencias causaron conmoción, ya que fueron decenas de personas y varios automovilistas los que vieron la escena con estupor.
Poco después de las 9, Jorge Mario Tejerina, de 34 años, empleado de un comercio céntrico, salió de una de las sucursales de la firma y comenzó a caminar hacia la casa central. Llevaba un portafolio en la espalda, sujetado con un cinturón que le cruzaba el pecho. Según dijeron algunos allegados, Tejerina hace ese trabajo constantemente, aunque siempre en distintos horarios justamente para evitar ser marcado.
Ayer el hombre debía trasladar $ 28.940. Caminó por Laprida hacia al sur cuando, antes de llegar a calle Córdoba, sintió un tirón en la espalda. Un delincuente, con un rápido movimiento, había cortado la tira con un cuchillo, y ya se había apoderado del portafolios. "Tardé un segundo en reaccionar, pero cuando me di cuenta de lo que había pasado empecé a gritar pidiendo ayuda. El tipo ya había salido corriendo", explicó luego Tejerina.
El delincuente escapó llevando en una mano el portafolios y en la otra un cuchillo tipo carnicero. Los gritos de Tejerina hicieron que muchos se dieran vuelta para ver qué estaba sucediendo. Entre ellos estaba el profesor Carlos Benito Centeno, 7o dan de Taekwon-do, quien desde 2001 enseña defensa personal en la escuela de cadetes de la Policía. "La verdad es que nunca me había pasado algo así. Yo soy un artista marcial, pero es la primera vez que tengo que utilizar mis conocimientos en la calle", comentó Centeno, cuando ya todo se había calmado. Pablo Robles, un testigo, graficó lo que sucedió: "creo que el choro hubiera preferido que lo atropellara un auto".
Cuando Centeno vio lo que había pasado, no dudó: cruzó la calle y enfrentó al delincuente. "El intentó pasar, pero como no pudo tiró el portafolios y me lanzó dos puñetazos. Gracias a los años de entrenamiento, pudo esquivarlos. Entonces intentó pegarme con el cuchillo y entonces ya no me quedó otra alternativa que defenderme", dijo el  taekwondista. José Luis Rivadeneira dio su versión: "yo no sabía bien que pasaba. Sólo que me sorprendió mucho cuando vi a un señor que hacía un par de giros y tiraba por el aire a otro muchacho. Parecía una película de acción". Fueron segundos, un golpe de puño y una patada. Después el ladrón ya estaba en el piso. "Como enseño en la escuela de Policía tenía unas esposas, así que no me costó mucho reducir a este señor y esposarlo. Había que tener mucho cuidado, sobre todo porque tenía un cuchillo", dijo Centeno, que tiene 52 años y hace 35 que practica artes marciales.

Detenido
Cuando el ladrón ya estaba tirado sobre la vereda, llegó personal de la sección Robos y Hurtos, de Investigaciones, al mando de los comisarios Miguel Angel Alanís, Humberto Ruesgaz, Raúl Ferreira y René Aguirre, que se hizo cargo del operativo.
Los policías secuestraron el cuchillo y el portafolios, luego de que la víctima constató que en el interior estaba todo el dinero.
El arrebatador quedó a disposición del fiscal X de Instrucción, Guillermo Herrera.
"Jamás pensé que me iba a pasar algo así. Uno le enseña todos los días a los policías cómo actuar en este tipo de ataques; ya se recibieron 40 cintos negros de 200 oficiales egresados, pero una cosa es lo que se enseña y otra es ponerlo en práctica, como me tocó a mí", indicó Centeno. "No es algo que pueda hacer cualquiera, hay que tener mucho entrenamiento, sobre todo si el agresor está armado. En esos casos hay que ser contundente", añadió. El ladrón que él contribuyó a detener ayer a la mañana puede dar fe de ello.

 

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