Se registran decenas de peleas vecinales por día

Se registran decenas de peleas vecinales por día

En la Policía admiten que constantemente deben intervenir en conflictos barriales, que muchas veces suelen terminar con heridos. Hay disputas que se transmiten de generación en generación y que duran varios años. Lo cultural, una cuestión de fondo.

CONSIGNA POLICIAL. El incendio de una casa en Canal Norte, registrado el martes, fue el corolario de una disputa de vieja data entre dos familias. LA GACETA / HECTOR PERALTA CONSIGNA POLICIAL. El incendio de una casa en Canal Norte, registrado el martes, fue el corolario de una disputa de vieja data entre dos familias. LA GACETA / HECTOR PERALTA
23 Enero 2009

Ruidos molestos. Un perro peligroso. Aguas servidas. Chicos jugando en la vereda. A diario, los barrios de las ciudades de la provincia son escenario de violentas discusiones entre vecinos. "Si estos hechos no se detienen en el momento justo, pueden llegar a convertirse en delitos graves", explicó el comisario Nicolás Barrera, subjefe de Policía. Por día, en las comisarías del Gran San Miguel de Tucumán se registran unas 150 denuncias, según fuentes consultadas por LA GACETA.
"En cada dependencia de la zona que tengo a cargo se reciben de tres a cuatro denuncias diarias por problemas entre vecinos. Realmente son muchas", aseveró el comisario Angel Ledesma. Este es jefe de Zona II de la Unidad Regional Capital. La jurisdicción en la que él trabaja comprende barrios como "La Bombilla", Villa Urquiza y Villa 9 de Julio, entre otros. "Para prevenir este tipo de conflictos -explicó Ledesma- notificamos a las partes para que concurran a la comisaría. Intentamos fomentar un diálogo entre los vecinos, y les contamos acerca de casos que han terminado mal, con homicidios o agresiones graves". El comisario manifestó que esta problemática se expone también en las reuniones barriales. "Explicamos que estos conflictos ocupan una gran parte de los recursos de la fuerza, que bien podrían estar enfocados en otra parte. También les hacemos recomendaciones, sobre todo por los chicos y el consumo del alcohol", indicó.
El último hecho trágico como consecuencia de un conflicto vecinal se registró hace ocho días, en barrio 25 de Mayo. En esa oportunidad, Ariel Emilio Salazar había tenido una fuerte discusión con Ana Carolina Garzón, que vivía a metros de su casa, en calle Maipú al 1.600. Al parecer, el perro de la mujer mordió al de Salazar; el hombre, furioso, atacó a palazos a su vecina. La mujer llamó por teléfono a su pareja, Gustavo Enrique Quarre, que llegó pocos minutos después en un automóvil junto con su hermano Carlos. Según testigos, el novio de Garzón sacó un revólver y le dio un tiro en el pecho a Salazar, que murió en el acto. Pese a que los hermanos Quarre y Garzón quedaron detenidos, los familiares de la víctima tomaron represalias pocas horas después del crimen: quemaron la casa de los acusados y mataron el perro a causa del cual había comenzado el conflicto. En el barrio, aún se respira un clima tenso y la consigna policial duró varios días.
La fuerza de seguridad destina el 80 % de sus recursos al cuidado de los vecinos en la vía pública. "En este porcentaje están incluidos arrebatos, robos y otros delitos, como así también los conflictos barriales", explicó Barrera. El subjefe de Policía agregó que todos los días se registran numerosas aprehensiones por esta problemática. "Lo que se busca en estos casos es mediar porque, si la situación no es contenida a tiempo, puede tener consecuencias peores", dijo Barrera.

"Algo cotidiano"
En la sección Seguridad Personal de la Dirección General de Investigaciones también se registran unas cinco denuncias diarias por amenazas o agresiones físicas entre vecinos. "Esto es algo cotidiano. A veces arrastran conflictos durante años, y los heredan de generación en generación", afirmó una fuente de esa división. "Por lo general, ninguno de los vecinos que presenciaron el conflicto quiere colaborar con la investigación. Lógicamente, las partes suelen echarse la culpa entre ellos y no buscan un punto medio", añadió el policía.
El miércoles, el barrio Costanera fue escenario de un violento episodio entre el hijo de una de las Madres de la Esperanza y una supuesta banda de "transas". La víctima, Luis Pérez, de 29 años, habría sido amenazado de muerte por un hombre vinculado a un tal "Arbolito", que vive a metros de su casa. "Nos venían amenazando hace dos años", dijo Dionisia, madre de Pérez.
El comisario Luis Mansilla, jefe de Patrulla Motorizada, dijo que sus hombres intervienen diariamente en conflictos relacionados con la música a alto volumen. "Es algo que sucede mucho, especialmente durante las madrugadas de domingos y lunes, y sobre todo en barrios marginales", dijo.
Según el abogado Agustín Torres, estos conflictos se inscriben en una cuestión de fondo, que es la violencia como problemática que se ha instalado en la sociedad. "Es un fenómeno que se ha esparcido en toda interacción social. Ya no está vinculado a hechos puntuales, como determinados delitos, sino que está naturalizado en las relaciones cotidianas debido a múltiples factores", fundamentó Torres.

Publicidad
Comentarios