Reflexiones de un utopista
19 Noviembre 2008

“Buena parte de lo que hice en mi vida tiene dos vertientes remotas, mi condición de hijo de inmigrantes árabes y mi nacimiento en Tucumán, donde viví hasta los 27 años. Lo primero marcó mi modo de ser argentino; lo segundo, mi modo de sentirme americano. No fueron destinos contradictorios; se alimentaban mutuamente para culminar en una visión que sostuvo toda mi existencia como un leit motiv, que está presente en mis libros: la universalidad de lo humano; la idea de una patria común subyaciendo al  conjunto de las patrias”.

“Si pienso cuál es el hilo de esos 15 libros, (las obras que alcanzó a escribir a lo largo de sus 84 años) que es un modo de preguntarme por el hilo de mi propia existencia, yo diría que es el ejercicio de un pensar que quiere ser un modo de transformación en acción de la realidad histórica, y no un modo de desentenderse de ella”.

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“En cualquier país de Europa, la idea de tradición es mucho más fuerte que la idea de tradición como forma identitaria que se observa en Latinoamérica. Aquí, uno advierte que la tradición no tiene un peso paralizante, y creo que se debe a que en América latina han convivido contenidos completamente heterogéneos, como la cultura indígena con la hispánica, con la negra, con el criollismo, a lo que se agrega el aporte inmigratorio. Todo este melting pot hace que uno se habitúe a la heterogeneidad, que es siempre un estímulo para una apertura de la mirada, para el reconocimiento del otro, de su riqueza”.

"Durante mi formación en el colegio primario y secundario, y en la universidad, he vivido experiencias, huellas de cierta inquietud utópica: experiencias de convergencia de opuestos y de formas distintas que puedan de algún modo integrarse o terminar incluso en una confraternización. O sea, la utopía como una especie de comunidad fraternal de componentes opuestos”.

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“LA GACETA Literaria ha sido el hilo de oro que, estuviera donde estuviera, siempre me religaba a mi provincia”.

“Debo reconocer que no he vivido la experiencia del encuentro con Dios. Esta perspectiva es una aspiración incumplida, pero no dejo de tener la esperanza de que pueda darse alguna vez”.