Un semestre con ocho desafíos para Alperovich

Un semestre con ocho desafíos para Alperovich

El enfriamiento de la economía nacional, la merma en el envío de fondos y la creciente inflación condicionan el mantenimiento de la paz social.

DESAZON. El gobernador deberá agudizar el ingenio para sortear la actual crisis política, social y económica. PRENSA Y DIFUSION DESAZON. El gobernador deberá agudizar el ingenio para sortear la actual crisis política, social y económica. PRENSA Y DIFUSION
16 Julio 2008
El primer semestre del año transcurrió entre la discusión respecto del impacto de la inflación y el conflicto entre el Gobierno nacional y el sector agropecuario. Ambos problemas impactaron de manera directa en la provincia: provocaron el aumento del costo de vida, por un lado, y la desaceleración en la marcha de los planes de obras públicas, por el otro. De cara a lo que resta para la finalización del año, los desafíos para el Poder Ejecutivo que conduce José Alperovich son innumerables.
La bonanza económica de los últimos cinco años cedió ante el enfriamiento y la desconfianza de los consumidores. Esto, sin dudas, trajo aparejado un notorio malestar en la clase asalariada y la reinstalación en la agenda pública de cuestiones soslayadas durante las épocas de vacas gordas: la seguridad pública, la atención de la salud, las mejoras en la educación y el fortalecimiento institucional. Sin embargo, la mayoría de los referentes de distintos sectores consultados por LA GACETA plantearon una cuestión que las autoridades no podrán pasar por alto: una urgente convocatoria al diálogo que permita superar la actual crisis política, social y económica.

Efecto dominó
Según el sector del que provienen, la lista de preocupaciones varía. Los dirigentes sindicales consultados, por ejemplo, plantearon la aplicación de una política clara y global para frenar el proceso inflacionario. Opinaron que, como primera medida, el Estado Nacional debe sincerar los índices de los precios que componen la canasta básica de alimentos. Y luego, afrontar con seriedad una discusión salarial que permita a los trabajadores recuperar parte del poder adquisitivo perdido.
En el Gobierno reconocen que el segundo semestre del año se presenta, cuanto menos, como traumático. Cada uno de los inconvenientes que se avizoran en un futuro inmediato están entrelazados y, como en el dominó, tendrán un efecto en cascada. Así, por ejemplo, el freno que se observa en la concreción de los planes de obras públicas, con los que el alperovichismo apuntaló la reducción en los índices de desocupación, afectará directamente la cadena económica en la provincia. A esto se agrega la necesidad de que se redeterminen los precios de los trabajos públicos, ya que muchos presupuestos fueron absorbidos por la inflación. Sólo por este rubro, la Nación adeuda a constructoras locales unos $ 80 millones ($ 50 millones en planes de vivienda). Otro ítem que aparece complementado con el anterior es la rediscusión de la pauta salarial, una cuestión obligada si se pretende mantener la paz social.
Otro elemento que el alperovichismo no podrá pasar por alto es la recomposición del aparato productivo e industrial de la Provincia, hoy afectado por el ingreso de productos chinos y por el enfriamiento de la actividad económica durante el primer semestre de 2008.

Retos para el Ejecutivo
1- Sostener el ritmo en materia de obras públicas. El enfriamiento de la economía hizo decaer el flujo de fondos nacionales a la Provincia. Por ende, los plantes de obras en marcha entraron en una parálisis que preocupa al Gobierno.

2- Paliar el impacto de la inflación sobre la población. El aumento en el precio de los productos que componen la canasta básica de alimentos repercutió directamente entre los que menos tienen y en los sectores medios de la sociedad.

3- Equiparación de los salarios con el costo de vida. La inflación hizo estragos en los bolsillos de los trabajadores, sobre todo en los estatales. La Provincia deberá rediscutir las pautas salariales con los principales gremios.

4- Seguridad, salud pública y educación. La inseguridad es reconocida por el Gobierno como uno de los puntos flacos de su gestión. La crisis social puede impactar de manera negativa en los servicios gratuitos de salud y educación.

5- Fomento a la inversión y resguardo a las industrias. El fortalecimiento de la economía regional se presenta como uno de los grandes desafíos, toda vez que la crisis económica general afecta de manera directa al aparato productivo e industrial local.

6- Fortalecimiento institucional y transparencia. Las principales críticas de la oposición al accionar del Gobierno se centraron en el poco apego al cumplimiento de las leyes y a transparentar el gasto público.

7- Apertura del diálogo con los distintos sectores. El debate, la discusión y la convocatoria a los distintos estamentos de la sociedad aparece como un reclamo generalizado de la ciudadanía para superar la actual crisis.

8- Mantener el piso de la recaudación pública. Uno de los objetivos expresados por el PE para afrontar la coyuntura es mantener en $ 80 millones mensuales la recaudación tributaria, a los efectos de equilibrar el Presupuesto.

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