BERLIN.- Ian Lemmy Kilmister (foto), el líder de Motörhead, nunca negó que le simpatizan los uniformes militares de los "chicos malos" de la historia. Incluso ha reconocido que la base de su colección de antigüedades es una selección de la parafernalia usada por las huestes de Adolf Hitler, incluidas prendas originales.
Pero el frontman de una de las más poderosas bandas de rock puede haber cometido un grave error, aunque le venga bien a nivel de difusión ante la salida de su nuevo disco, "Motörizer".
La Fiscalía de la pequeña ciudad alemana de Aurich inició una investigación en la que Kilmister sería el primer implicado, si bien aún no hay una acusación formal contra él por violar la Constitución de Alemania y el Código Penal (que prohíbe cualquier tipo de propaganda nazi).
El caso ha estallado tras la publicación en un pequeño periódico local un informe sobre el festival Wacken Rocks Seaside, que se celebrará en Aurich. Una de las estrellas más esperadas es Motörhead y, en el reportaje de la banda, el veterano Kilmister aparece luciendo una gorra de plato de las "Schutzstaffel" (SS), la mano dura del Tercer Reich. Calavera incluida. En resumen, propaganda nazi.
Kilmister, como ya hiciera en entrevistas de los 80, ha vuelto a contar que tiene una colección militar y ha respondido sin tapujos a la noticia: "es un uniforme (el de las SS) jodidamente brillante, eran las estrellas del rock de esos tiempos. ¿Qué le voy a hacer? ¿Soy nazi porque tengo uniformes?". (Especial)