La dificultad de amar y ser amado es origen de la angustia

"Yo era un suicida. En realidad me habría matado, pero mi analista era un freudiano muy estricto. Si te suicidas, los freudianos te hacen pagar por las sesiones que faltes".
La frase de Woody Allen, un psicoanalizado que incluyó el tema en sus películas, en tono de humor o de drama, refleja la enorme importancia que tiene la terapia en la vida de muchas personas.
Aunque en esta época de la inmediatez se tiende a acallar el síntoma, sin indagar demasiado en las causas, el psicoanálisis no ha perdido su lugar preponderante.
"El psicoanálisis fue cuestionador, revolucionario respecto del individuo y su posición frente al mundo. No trataba de adaptarlo, sino al contrario. Esa es la diferencia que veo respecto de otros tipos de terapias", afirmó José Azar, presidente del Grupo de Psicoanálisis de Tucumán. El psicoanálisis no es adaptativo a la realidad, sino cuestionador de la realidad como tal. El mundo de hoy está dominado por una búsqueda de eficiencia, por el exitismo. Es un mundo de "amores líquidos", según Sigmund Bauman

-¿No es peligroso que el sujeto entre a cuestionar el sistema y sus normas?
-No, si está sostenido por un analista. Esto implica una persona que se analiza, que controla su caso y que tiene una formación teórica. Está sostenido por eso que Lacan llamaba "el deseo del analista", que es producto de su análisis. Esa es la ética de un analista.

-¿Cuáles son las razones más frecuentes de consulta?
- Las enfermedades del alma tienen que ver con el amor. Es la principal razón por la cual se consulta a un psicoanalista. Y el amor necesita un tiempo. Por eso es que yo no creo en las curas inmediatas, mágicas, o en las resoluciones de ese tipo a través de los psicofármacos, a pesar de que son sumamente necesarios en algunos casos. Pero deben servir para que el síntoma hable. No para que calle.

-La gente tiene dificultad para acceder a una terapia a través de las obras sociales.
-Es un grave error el de las obras sociales y prepagas que no consideran como prioritaria a la salud mental, porque está comprobada la menor incidencia clínica de quienes pueden tramitar por medio de la palabra aquello que los aqueja. Nada hay más caro que la enfermedad, que invalida la capacidad de trabajar, de gozar y de amar. Yo creo que las obras sociales harían un enorme negocio propiciando lo que sería la salud mental. Gran parte de las enfermedades tienen un origen emocional. Es decir, lo que está relacionado con el amor.

-Hay auditores muy estrictos para autorizar un tratamiento y no consideran razón suficiente la separación de la pareja.
-Me parece absurdo, porque la separación es la crisis que mayor tensión crea. No hay nada que sea más desquiciante. Después vienen las mudanzas, la guerra y la muerte de un hijo. La separación implica la muerte de un proyecto de vida. Es un fracaso en el proyecto de amor. Por eso, en un exceso de síntesis, podríamos decir que el fundamental motivo de consulta es todo lo que tiene que ver con el amor. Con la dificultad de poder amar o de sentirse amado. Es el origen de todas las otras enfermedades.