Aportes del lector

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El conflicto continúa.

10 Junio 2008
CONCEPTOS CLAROS
A partir de las declaraciones del gobernador Alperovich sobre utilidades que él obtuvo de una hectárea de soja para esta campaña (U$S 310) es necesario aclarar algunos conceptos para entender sobre los reclamos del campo. Los que realmente viven del campo saben que no se debe hablar de un resultado económico sino de ciclos. En la zona de Pozo Hondo, donde tiene campos el gobernador, para un período de 9 años (1982/90, fuente: Precipitaciones en el NOA, INTA Salta, 1992) se registra para el período octubre/marzo, un año bueno (superior a los 750 mm), dos años regulares a buenos (unos 650 mm); dos años regulares a malos (menos de 600 mm); dos años malos (menos de 500 mm) y un año de pérdida total (260 mm).
El gobernador habla del mejor año que se registra en la zona con el mejor precio internacional que la producción argentina registra en su historia. El que vive del campo apuesta a que un año bueno le devuelva el capital de los años en que no tuvo rentabilidad y hasta una pérdida total. Quienes son responsables de políticas que permiten el crecimiento y la sustentabilidad del sector agropecuario no deben opinar sobre la coyuntura -la foto- sino sobre el largo plazo -la película-. De esta manera seguiremos creciendo en la producción de los alimentos que el mundo nos requiere y que demostramos poder producir con eficiencia. Hay que aclarar además que en Tucumán la soja (estival) no compite con el trigo (invernal), ni con la caña de azúcar (que llevó su superficie de 180.000 a 215.000 ha), ni con el citrus y el arándano, ni con frutillas o la papa, o con la producción lechera, y que permitió incrementar en estos últimos años la superficie del maíz en las rotaciones.
Ing. Jose M. Avellaneda
S. y Valdez 1085 - TucumánTEMBLADERAL
No nos engañemos; la disputa campo-Gobierno, Gobierno-Iglesia, Gobierno-medios puso en evidencia la confrontación de modelos de distintas concepciones ideológicas. A la vez, revelan la frágil democracia por la que transitamos. Los partidos políticos, vaciados de adherentes y de ideologías, distorsionaron la representatividad democrática. Sin ideologías definidas no pueden existir modelos de gobierno, por eso creo que llegó el momento de sincerarnos. El actual está formado por hombres de distintos credos políticos y grupos radicalizados. Entonces, cabe preguntarse, ¿qué orientación tiene? Definirse es ser leal con el pueblo; lo dañoso es la insidia en función de gobierno y gobernar sin ideologías es una falacia.

Victor H. Lindón
Laprida 340 - Tucumán