"Tunearse es colocarse cosas extra para verse mejor"

Ellos quieren expresarse. Que se sepa qué sienten, qué piensan, qué opinan. Ellos quieren que los identifiquen. Y en la búsqueda de esa identidad adoptan códigos propios para diferenciarse de los adultos y reconocerse en su propio grupo. Códigos que se reflejan en su aspecto y en el lenguaje. Es así como ahora, los chicos se tunean el cuerpo. Tuning significa modificar la estética y la forma de los autos. El término se trasladó a las motos, y más tarde, ya con un sentido equivalente al de personalizar, se empleó para los celulares y las PC. En estos momentos, comienza a escucharse en las conversaciones de los adolescentes sobre cómo van a tunearse, se trate de ir a bailar, a la facultad, a hacer deportes o de cualquier otra actividad.
"Tunearse es colocarse cosas extra para estar mejor, para verse mejor o para sentirse bien. Y va desde un maquillaje hasta cuando una chica se hace una cirugía para tener ?lolas? o nariz nuevas", explica Fabián González, docente del Instituto Roberto Piazza, de la Fundación Red Milenium. El tuneo incluye la ropa, los tatuajes, los piercings , las extensiones en el pelo, el calzado y otros accesorios. Es todo un cambio de aspecto. Así como al auto le añaden parlantes, luces azules o llantas deportivas para que esté más lindo, los jóvenes se agregan estos elementos para verse lindos", comparó.
Asimismo, la necesidad de pertenencia a un grupo lleva a los adolescentes a diferenciarse unos de otros. Ciertos géneros musicales han generado una cultura que se traduce en el aspecto físico de sus seguidores. En otras palabras, un rollinga no se tunea de la misma manera ni con los mismos elementos que un punkeke o un careta.
Quien hace esta aclaración es Luciana Arias, vendedora en un local dedicado a remeras y accesorios para los distintos rockeros. Luego explica las diferencias: "lo que caracteriza a un rollinga, sea varón o mujer, es el flequillo. Usan remeras con logos o imágenes de sus bandas de rock preferidas, riñoneras y colgantes".
Esteban Leal colabora en la clasificación. "Los heavy metal o metaleros son los que llevan cintos y pulseras negros con tachas plateadas, camperas negras, borceguíes y, por lo general, tienen el pelo largo", afirma. Luciana continúa: "los del reggae llevan remeras con los colores jamaiquinos, verde, amarillo y rojo, y pantalones anchos".
Los dark o darkis o punkekes -amplían- se visten con ropas negras, y las chicas se maquillan los ojos y los labios de negro y lucen excesivamente pálidas. Además, están los caretas. "Ellos andan siempre de remera o camisa, jean y zapatillas, pero les importa mucho la marca", subraya Esteban. No faltan los cumbiamberos, que se caracterizan, según dicen, por las gorras, la ropa deportiva (del tipo de la de hacer gimnasia) y camisetas de equipos de fútbol.
"Y están los otros como yo, que me pongo lo que venga. No busco identificarme con la ropa ni me importan las marcas. Uso lo que me gusta", enfatiza Esteban, que lleva una gorras y una riñonera, pero que no tiene flequillo. No vaya a ser que lo confundan con un rollinga. Lleva puestos zapatillas, jeans y remera, pero sin marcas a la vista. Tal vez no quiere verse como un careta.