08 Mayo 2007
CONMOCIONADA. Mary Ahumada se encuentra en Buenos Aires.(DYN-ESPECIAL PARA LA GACETA)
“Aún no lo puedo creer. Durante mucho tiempo esperé que se concretara su detención, pero jamás pensé que este deseo se haría realidad”, aseguró Mary Ahumada, la madre de María Fernanda Chaila. Sin embargo, la mujer no pudo cumplir con otro de sus anhelos: ver con sus propios ojos a Lucas González esposado y custodiado.
La mujer, que se encuentra en Buenos Aires, mantuvo una charla con LA GACETA.
- ¿Cómo se enteró de la detención de González?
- La misma fiscal Teresita Marnero me informó. Estaba en Rosario. Viajaba con el subcomisario (Francisco) Picón. Ellos iban a buscarlo a Moreno, y yo, a reunirme con el ministro del Interior (Aníbal) Fernández. Viajaba con todas las esperanzas, pero jamás me imaginé que recibiría esa noticia.
- ¿Cuál fue su reacción?
- Cuando me enteré de que lo habían detenido quedé shockeada. A pesar de que pasaron varias horas, aún no me puedo recuperar.
- ¿Por qué quedó así, si hace mucho tiempo venía esperando este momento?
- Porque todavía no lo puedo creer. Venía a Buenos Aires a pedir un mayor compromiso en la búsqueda de González. No esperaba que me hablaran en plena ruta para contarme esto. Además, pensé también en los chicos.
- ¿Qué chicos?
- En Picón, en (Humberto) Ruezga, en (Luis) Pereyra, en (Marcelo) Ruiz, en (Juan) Bofa y en (Jesús) Vallejo, algunos de los hombres de la Brigada de Investigaciones Norte que trabajaron incansablemente para buscarlo. Y justamente ellos, por una cuestión de horas, no pudieron estar presentes en la detención. Tampoco me puedo olvidar de la fiscal Marnero, de la prensa y de todos los que estuvieron trabajando en la búsqueda del asesino de mi hija.
- ¿Está conforme con la tarea que desarrolló la Policía?
- Con los chicos de la Brigada Norte sí. Sé todo lo que hicieron para buscar a González. De los otros no voy a hablar. Ya llegará el momento.
- ¿Se comunicó con sus familiares?
- Sí. Ellos tampoco podían creer lo que había pasado. Pero, aunque no los tuve a mi lado, también se pusieron muy felices. No sólo mi hijo José, sino todos los seres queridos que estuvieron a mi lado en esos momentos tan difíciles.
- ¿Nunca pensó en darse por vencida?
- Inicié esta lucha hace casi un año. Siempre dije que no iba a bajar los brazos hasta que lo viera detenido. Cumplí con mi objetivo.
- Cumplió con una meta. ¿Y ahora qué?
- Esto recién comienza. Ahora tengo que empezar a recorrer otro camino. Quiero que González sea juzgado y que reciba la condena que se merece. Sólo entonces me voy a poder quedar tranquila.
La mujer, que se encuentra en Buenos Aires, mantuvo una charla con LA GACETA.
- ¿Cómo se enteró de la detención de González?
- La misma fiscal Teresita Marnero me informó. Estaba en Rosario. Viajaba con el subcomisario (Francisco) Picón. Ellos iban a buscarlo a Moreno, y yo, a reunirme con el ministro del Interior (Aníbal) Fernández. Viajaba con todas las esperanzas, pero jamás me imaginé que recibiría esa noticia.
- ¿Cuál fue su reacción?
- Cuando me enteré de que lo habían detenido quedé shockeada. A pesar de que pasaron varias horas, aún no me puedo recuperar.
- ¿Por qué quedó así, si hace mucho tiempo venía esperando este momento?
- Porque todavía no lo puedo creer. Venía a Buenos Aires a pedir un mayor compromiso en la búsqueda de González. No esperaba que me hablaran en plena ruta para contarme esto. Además, pensé también en los chicos.
- ¿Qué chicos?
- En Picón, en (Humberto) Ruezga, en (Luis) Pereyra, en (Marcelo) Ruiz, en (Juan) Bofa y en (Jesús) Vallejo, algunos de los hombres de la Brigada de Investigaciones Norte que trabajaron incansablemente para buscarlo. Y justamente ellos, por una cuestión de horas, no pudieron estar presentes en la detención. Tampoco me puedo olvidar de la fiscal Marnero, de la prensa y de todos los que estuvieron trabajando en la búsqueda del asesino de mi hija.
- ¿Está conforme con la tarea que desarrolló la Policía?
- Con los chicos de la Brigada Norte sí. Sé todo lo que hicieron para buscar a González. De los otros no voy a hablar. Ya llegará el momento.
- ¿Se comunicó con sus familiares?
- Sí. Ellos tampoco podían creer lo que había pasado. Pero, aunque no los tuve a mi lado, también se pusieron muy felices. No sólo mi hijo José, sino todos los seres queridos que estuvieron a mi lado en esos momentos tan difíciles.
- ¿Nunca pensó en darse por vencida?
- Inicié esta lucha hace casi un año. Siempre dije que no iba a bajar los brazos hasta que lo viera detenido. Cumplí con mi objetivo.
- Cumplió con una meta. ¿Y ahora qué?
- Esto recién comienza. Ahora tengo que empezar a recorrer otro camino. Quiero que González sea juzgado y que reciba la condena que se merece. Sólo entonces me voy a poder quedar tranquila.