¿Quién es el informante? Esa es la pregunta que muchos se hacen y que, por cuestiones legales, nunca será respondida. La Justicia mantiene y mantendrá en secreto la identidad de la persona, que ya habría cobrado los $ 115.000 de recompensa, que se había ofrecido a quien aportara las pistas necesarias para lograr la detención del acusado.
Sin embargo, con el correr de las horas fueron trascendiendo algunos detalles. La persona en cuestión -ni siquiera se sabe si es mujer o varón- es oriunda de la provincia de Buenos Aires. Y si bien es cierto que este dato no fue confirmado, se dice que viviría en la zona donde se capturó a González.
El testigo, según coincidieron en señalar varias fuentes, podría ser un informante de la Bonaerense. Este habría sido alertado por pesquisas tucumanos y de esa provincia en una de las tantas visitas que realizaron en las últimas semanas.
Los comisarios Humberto Ruezga y Francisco Picón, que fueron designados para buscar a González, en los últimos tiempos, recorrieron las calles de Moreno y de Monte Grande, localidades donde sospechaban que estaba oculto. Además de hacer tareas de inteligencia, establecieron contactos con colegas de esa provincia para que estuvieran atentos. También entregaron fotografías, identikits y copias de huellas dactilares para que, en caso de que detuvieran a alguien parecido, certificaran que se tratara de él.
¿Por qué lo entregó el informante? Si bien es cierto que la suma que se ofrecía de recompensa es importante, González se transformó en un "peligro" para el mundo del hampa, puesto que muchos de sus compañeros sabían que, además de los tucumanos, lo buscaban la Bonaerense y la Policía Federal. "Muy pocos lo querían ayudar. Estaba muy marcado y la presión se había tornado insostenible", indicó un alto funcionario de la Policía.
El operativo en el que se concretó la detención de González funcionó como un relojito. Personal de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de Moreno y del Grupo Halcón, fuerza de choque de la Bonaerense, sorprendió ayer a las 5 al joven, de 27 años, durmiendo en una pieza de un departamento de un complejo habitacional, del barrio Las Catonas, ubicado entre las calles Tablado y Davines.
A pesar del hermetismo, varias fuentes confirmaron a LA GACETA que el acusado dormía en la vivienda de una familia que no estaba presente en el momento en el que se desarrolló el operativo. González no portaba armas en el momento de su detención y tampoco ofreció resistencia. "El golpe fue muy certero. No tuvo tiempo de hacer absolutamente nada", señaló un agente que participó en el operativo.
González, de acuerdo con la versión oficial, en el momento en que fue detenido, estaba utilizando otro nombre e, inclusive, tenía un documento falso.
Estará detenido en una comisaría de Moreno, donde permanecerá hasta que sea trasladado a la provincia. Al cierre de esta edición se realizaban, a pasos acelerados, todos los trámites de extradición.
Una búsqueda de casi 12 meses
Mayo.- El lunes 29 ingresó un joven a la Secretaría de Coordinación de Municipios y Comunas que funciona en el Predio Ferial. Agredió a María Fernanda Chaila y le disparó en la cabeza. La joven, de 26 años, falleció en el hospital Padilla. A las horas se identificó al agresor como Lucas Jesús González, ex pareja de la víctima. El sospechoso, según la información que recibieron los investigadores, huyó de la provincia hacia Córdoba.
Junio.- Familiares y amigos de Chaila relataron a la fiscal Teresita Marnero que la joven había sido agredido en otras oportunidades por el sospechoso. Testigos identificaron a González como autor del mortal disparo. Por disposición de la Justicia, se designó a los comisarios Humberto Ruezga y Francisco Picón en la investigación del caso.
Julio.- La Policía buscó al acusado en Córdoba. La Justicia decidió brindar protección a los familiares de la víctima y a los testigos después de que denunciaron haber sido amenazados de muerte por el entorno del acusado.
Agosto.- Los investigadores viajaron a Salta, a Mendoza, a Buenos Aires y a Mar del Plata para buscar al acusado. La fiscal Marnero solicitó apoyo a Interpol. Comenzó a ofrecerse una recompensa.
Setiembre.- Policías tucumanos son detenidos en Buenos Aires cuando buscaban a González. Miembros de la Policía Federal los confunden con supuestos asaltantes. Se oficializó la recompensa de $ 100.000 y se inició una pegatina de afiches con el rostro del sospechoso.
OCTUBRE.- En un insólito operativo, la Policía buscó a González en la cancha de Atlético Tucumán durante la disputa de un encuentro de fútbol. Trascendió que el prófugo podría haber cometido algunos delitos en Mendoza, lugar adonde fueron extraditados varios de sus amigos al ser sospechosos de haber cometido varias salideras bancarias.
Noviembre.- El Gobierno de la Nación intensificó la campaña de búsqueda del prófugo, al publicar en los principales diarios del país el rostro del sospechoso y el ofrecimiento de la recompensa de $ 100.000.
Diciembre.- La Policía detiene a un primo en una zona rural del sur de la provincia. En el allanamiento se secuestran varias armas de grueso calibre. Descartaron que él haya estado oculto ahí. u Enero.- Los investigadores lo involucraron en el asalto del banco Macro en La Ciudadela. Se realizaron allanamientos en ese barrio y en Villa Alem. Un cómplice de González fue detenido en Córdoba.
Febrero.- Varios testigos aseguraron que lo vieron consumiendo bebidas alcohólicas en Villa Alem. Los policías viajaron a Mar del Plata para tratar de ubicarlo.
Marzo.- Familiares y abogados del acusado aseguraron que González estaba dispuesto a entregarse si es que le ofrecían garantías.
Abril.- En base a varios indicios, los pesquisas aseguraron que González estaba oculto en alguna villa miseria de Buenos Aires.
Mayo.- En un operativo que se desarrolló en la localidad de Moreno, González es detenido por personal de la Bonaerense.
No importan los méritos
"Lo más importante de todo es que una mujer como Mary Ahumada encontró paz. No importa quién se quede con los méritos", señaló el jefe de Policía, Hugo Sánchez. El comisario general señaló además que Lucas González se sentía acorralado. "Había mucha gente buscándolo. Ahora empieza otra etapa", señaló.