Infecciones intrahospitalarias: Afectan al 10% de los internados

En el país, la tasa de estos males infecciosos, particularmente peligrosos, podría ser un poco superior a la media global.

01 Marzo 2006
“Una de cada diez personas contrae una infección intrahospitalaria o durante su estada en un hospital”, aseguró Marc Wilcox, de la Universidad de Leeds, Inglaterra, durante la 45 Conferencia Interciencias sobre Agentes Antimicrobianos y Quimioterapia, que se realizó recientemente en la capital estadounidense.
La Argentina, como suele suceder en la mayoría de los casos de tendencias globales sanitarias, no escapa a esta situación, que es el resultado directo del uso indiscriminado de antibióticos. Estos ejercen una presión selectiva sobre los gérmenes que viven dentro de los hospitales, y los vuelve más resistentes.
En el país, la tasa de estos males infecciosos, particularmente peligrosos, podría ser un poco superior a la media global. “Estas infecciones afectan del 5 al 15% de los pacientes internados”, remarcó Ricardo Durlach, profesor de Enfermedades Infecciosas en la Universidad Católica Argentina y director  del Hospital Alemán, de Buenos Aires.
“Hay que tomar en cuenta que estos porcentajes se aplican a las salas de internación general  -aclaró por su parte Pablo Bonvehi, jefe de Infectología del Hospital Universitario Cemic, de Buenos Aires-. En las áreas de cuidados intensivos los promedios son sensiblemente mayores.”

En cuidados intensivos

En terapia intensiva, el 25% de los pacientes puede llegar a contraer una de estas infecciones, según un estudio realizado por Daryl Hoban, investigador del Departamento de Microbiología de la Universidad de Manitota, Canadá, y cuyas estadísticas podrían aplicarse a grandes rasgos en la Argentina.
Sin embargo, agregó el doctor Bonvehi, “estos pacientes que a veces permanecen internados meses y son sometidos a múltiples procedimientos suelen padecer no una sino varias infecciones”. Y lo peor es que las infecciones intrahospitalarias, más aún las que se producen en cuidados intensivos, suelen ser causadas por gérmenes multirresistentes, que no responden a casi ningún antibiótico. “En cuidados intensivos de Sudamérica tenemos problemas con bacterias multirresistentes como el Staphylococuss aureus, resistente a Meticilina, para el cual hay pocas opciones de tratamiento”, comentó Flavia Rossi, directora del Laboratorio de Microbiología de la Universidad de San Pablo, Brasil. Se estima que entre el 50 y el 70% de estas bacterias que se hallan en las terapias intensivas son resistentes a la mayoría de los antibióticos disponibles. Pero además, los temibles microorganismos han comenzado a generar infecciones fuera de los hospitales. “Este es un fenómeno que ya se ve en nuestro país -comentó Bonvehi-. En el hospital Garrahan, por ejemplo,  se detectaron varios casos de infecciones por Staphylococuss aureus en chicos que no habían tenido ningún contacto con el hospital”.
Según Rossi “las infecciones causadas por virus multirresistentes fuera de los hospitales  son un problema común en los EE.UU., y que hace dos años comenzó a verse en América Latina”. Para Durlach, este es un fenómeno emergente, pero esperable. “Esto siempre ocurre con ciertas bacterias muy versátiles, que al tener capacidad de modificación genética se vuelven resistentes a los antibióticos”.
“Las infecciones intrahospitalarias se deben al avance de la medicina: los métodos invasivos permiten a los pacientes sobrevivir más y, como muchos de esos tratamientos reducen las defensas, se los expone a infecciones más graves”, explicó Bonvehi. Existen medidas altamente eficaces para reducir la tasa de infecciones intrahospitalarias, como el lavado de manos del personal de salud, pero que en la práctica resultan difíciles de adoptar”, apuntó Bonvehi.

Medidas preventivas de probada eficacia
“Contar con salas de internación más grandes que eviten el hacinamiento de los pacientes y con más personal médico y de enfermería que evite la sobrecarga de trabajo, y el uso racional de los antibióticos, son medidas de probada utilidad para la prevención. Estas deben ir acompañadas de la correcta higiene de las manos del personal de salud”, aseguró el infectólogo Pablo Bonvehi.
El médico reiteró que el uso juicioso y racional de antibióticos está íntimamente relacionado con la prevención. “Es su uso irracional el que puede producir infecciones por gérmenes multirresistentes, ya que hace que sobrevivan aquellos más virulentos y que justamente no responden a los antibióticos.”
Pero todas esas medidas resultan efectivas cuando son puestas en práctica, sistemáticamente ,por un comité de control de infecciones dentro de cada hospital. “Está demostrado que un programa de control permite reducir en un 32% las infecciones intrahospitalarias, al mismo tiempo que ahorra mucho dinero”, aseguró al respecto el infectólogo Ricardo Durlach. Desgraciadamente, se lamentó, “son pocas las instituciones que no tienen un comité de control de infecciones, pero no estamos tan seguros de que cuenten con el apoyo institucional para funcionar adecuadamente”.
“En nuestro país -concluyó Bonvehi-, la Sociedad Argentina de Infectología realizó un estudio, llamado Validar, donde se trató de obtener datos propios de las infecciones. Esto es un punto de partida para ir monitoreando la situación de las infecciones hospitalarias en nuestro medio. Y a su vez es un impulso para aquellos que trabajan en control de infecciones.”








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