Bio combustibles: una realidad mundial en marcha

Bio combustibles: una realidad mundial en marcha

La Argentina tiene posibilidades concretas de convertirse en un jugador relevante en el comercio mundial. Sólo una firma azucarera avanzó.

14 Enero 2007
El avance sostenido de los biocombustibles genera un cúmulo de posibilidades para la Argentina, país que produce las materias primas para la elaboración de estas energías alternativas. En Argentina el negocio por ahora es incipiente, en parte porque la Ley 26.093, de promoción de los biocombustibles, debe ser revisada. "En mi opinión, (la norma) tiene muchos defectos que no favorecen a las inversiones de riesgo (falta de estabilidad fiscal, restricciones al ingreso de la industria azucarera tradicional al negocio, entre otras cuestiones)", destacó Claudio Molina, director ejecutivo de la Asociación Argentina de Biocombustible e Hidrógeno.
Según Molina, por las ventajas comparativas de la Argentina, el país tiene posibilidades concretas de convertirse en un jugador relevante en el comercio mundial de biocombustibles. Opinó que, debido más al buen momento de los biocombustibles en los mercados internacionales, se espera una importante corriente de inversiones en los próximos años en este segmento en el país.
El mundo demanda biocombustibles en forma creciente. Estados Unidos, por ejemplo, aumenta en forma permanente el consumo de etanol. Mientras tanto, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) anunció que destinará U$S 3.000 millones para impulsar esta agroindustria emergente en toda Sudamérica y el Caribe.
¿Qué rol le puede caber a Tucumán en este escenario? En 1981, nuestra provincia fue pionera en el mundo en el desarrollo de los biocombustibles con la puesta en marcha del Plan Alconafta, que establecía una obligatoriedad de mezcla en 12 provincias argentinas del 15% de alcohol en las naftas, con una exención total de impuestos sobre la parte de alcohol que se mezclaba. Luego de cinco años, el Estado entendió que el programa representaba un alto costo fiscal y no actualizó los precios que fijaba la Secretaría de Energía para el alcohol, lo que llevó a que perdiera rentabilidad el negocio, y se abandonó el plan.
Hoy, la reinstauración del programa genera ciertas dudas en la actividad. Por ahora, sólo la compañía azucarera Los Balcanes avanzó con claridad en una iniciativa de biocombustibles, cuando inauguró en 2006 una destilería en el ingenio La Florida, con una inversión de U$S 4 millones, para producir 350.000 litros diarios de alcohol etílico. Los ingenios de la Argentina elaboraron unos 200 millones de litros de alcohol en 2006 (130 millones en Tucumán y 70 millones en Jujuy y en Salta). De ese total, alrededor de la mitad se consume en el mercado interno y el resto se exporta. Para 2007, se calcula que la producción de este derivado de la caña de azúcar llegará a 240 millones de litros.
El titular de Los Balcanes -propietaria de los ingenios La Florida y Aguilares-, Jorge Rocchia Ferro, cree que los biocombustibles son una realidad y sostiene que Tucumán debe sumarse de lleno a esta alternativa. Pero no todos los azucareros tienen confianza ciega en el proyecto de biocombustibles a partir de la caña. El director del ingenio Ledesma y presidente del Centro Azucarero Regional del Norte Argentino (Carna), Federico Nicholson, opina que se trata de una cuestión compleja que hay que analizar cuidadosamente. "Aunque se dediquen todo el maíz y la caña de azúcar del mundo a producir etanol y toda la soja y el girasol a producir biodiesel, reemplazarían sólo una pequeña porción de petróleo", apuntó. También planteó que el aumento de los biocombustibles podría significar una disminución de la producción de alimentos. Por su parte, el industrial azucarero y presidente de la Federación Económica de Tucumán (FET), Julio Colombres, opina que el desarrollo de alcohol a gran escala conlleva la producción de vinaza, un residuo altamente contaminante. "Por cada litro de alcohol que se produce, se obtienen por efecto 10 litros de vinaza", agregó.
Aunque en Tucumán la alconafta no parece ser una prioridad por ahora, el gobernador José Alperovich afirma que en 2008 va a explotar la actividad productiva de nuestra provincia con los biocombustibles. "Tucumán tiene 15 fábricas de etanol con los ingenios. Lo interesante es que el precio de referencia del etanol va a ser el maíz, no la caña", expresó.
Mientras se definen las cuestiones políticas y empresariales que darían impulso a los biocombustibles, la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc) avanza en investigaciones para determinar la factibilidad técnica de esta alternativa energética.
"Estoy seguro que pronto surgirán nuevos anuncios de inversión por parte de otros importantes jugadores del sector e inclusive, nuevos actores que se pueden incorporar", vaticinó Molina.