26 Mayo 2006
CONTENTO. Kirchner logró una masiva adhesión, como pocas veces ocurrió en la historia del país, de la mano del aparato oficial y de organizaciones como Madres y Abuelas de Plaza de Mayo. PRESIDENCIA DE LA NACION
Buenos Aires.- Ante una multitud que llenó la Plaza de Mayo como pocas veces ocurrió en la historia reciente, el presidente Néstor Kirchner llamó a construir una Argentina cada vez más plural, en lo que se interpretó como el punto de partida de la concertación, con vistas a las elecciones de 2007.
Cuando subió al escenario, casi una hora antes de lo previsto (las 17), Kirchner tenía ante sí más de 200.000 personas, según se estimó, aunque voceros oficialistas aseguraron con insistencia que la concentración reunió a más de 350.000 manifestantes.
Si bien Kirchner evitó en su corto discurso -de 15 minutos- hacer mención a la posibilidad de su reelección, desde la Plaza de Mayo surgieron cánticos alusivos, como el de grupos piqueteros oficialistas: “para Kirchner, la reelección”.
“Hace 33 años, yo estuve allí abajo, jugándome por mis convicciones. Era el 25 de mayo de 1973. En estos rostros, veo los rostros de los 30.000 desaparecidos”, arrancó diciendo Kirchner. Luego insertó un elemento novedoso en el discurso, cuando reivindicó a Juan y Eva Perón -afirmó que no usó el balcón de la Casa Rosada porque “tiene dueño”-, y sostuvo que la Plaza de Mayo es de los trabajadores. “Hay que hacer oídos sordos a los agravios. Esta es la plaza de la fe y de la esperanza”, prosiguió, y recordó que asumió siendo el Presidente menos votado de la historia, -“porque al que tenía que dar la segunda vuelta (Carlos Menem) sólo le importaba su destino”, dijo.
Kirchner hizo también una encendida defensa de las estadísticas auspiciosas de su gestión -habló de los índices de pobreza y desocupación- y reivindicó la quita de la deuda externa y que redundó en un ahorro de U$S 70.000 millones. “Esta Plaza de Mayo hoy le dice formalmente ‘chau’ al Fondo Monetario Internacional”, agregó el jefe de Estado y lanzó: “les pido que me ayuden, que me acompañen, que me den fuerza para gobernar”. Y se repitió el cántico sobre la reelección. “Dicen que me peleo mucho y no es así. Lo que pasa es que no hago negocios con ciertos intereses”, apuntó Kirchner, y dedicó un par de críticas a la prensa. También identificó a los que pretenden que siga su liderazgo: “en este país les tiene que ir bien a los trabajadores, a la clase media y a los empresarios nacionales”, dijo. “Tengan la certeza de que vamos a profundizar el proceso de cambio. Convoco a los argentinos a una construcción plural”, dijo al cerrar su discurso. (NA)
Cuando subió al escenario, casi una hora antes de lo previsto (las 17), Kirchner tenía ante sí más de 200.000 personas, según se estimó, aunque voceros oficialistas aseguraron con insistencia que la concentración reunió a más de 350.000 manifestantes.
Si bien Kirchner evitó en su corto discurso -de 15 minutos- hacer mención a la posibilidad de su reelección, desde la Plaza de Mayo surgieron cánticos alusivos, como el de grupos piqueteros oficialistas: “para Kirchner, la reelección”.
“Hace 33 años, yo estuve allí abajo, jugándome por mis convicciones. Era el 25 de mayo de 1973. En estos rostros, veo los rostros de los 30.000 desaparecidos”, arrancó diciendo Kirchner. Luego insertó un elemento novedoso en el discurso, cuando reivindicó a Juan y Eva Perón -afirmó que no usó el balcón de la Casa Rosada porque “tiene dueño”-, y sostuvo que la Plaza de Mayo es de los trabajadores. “Hay que hacer oídos sordos a los agravios. Esta es la plaza de la fe y de la esperanza”, prosiguió, y recordó que asumió siendo el Presidente menos votado de la historia, -“porque al que tenía que dar la segunda vuelta (Carlos Menem) sólo le importaba su destino”, dijo.
Kirchner hizo también una encendida defensa de las estadísticas auspiciosas de su gestión -habló de los índices de pobreza y desocupación- y reivindicó la quita de la deuda externa y que redundó en un ahorro de U$S 70.000 millones. “Esta Plaza de Mayo hoy le dice formalmente ‘chau’ al Fondo Monetario Internacional”, agregó el jefe de Estado y lanzó: “les pido que me ayuden, que me acompañen, que me den fuerza para gobernar”. Y se repitió el cántico sobre la reelección. “Dicen que me peleo mucho y no es así. Lo que pasa es que no hago negocios con ciertos intereses”, apuntó Kirchner, y dedicó un par de críticas a la prensa. También identificó a los que pretenden que siga su liderazgo: “en este país les tiene que ir bien a los trabajadores, a la clase media y a los empresarios nacionales”, dijo. “Tengan la certeza de que vamos a profundizar el proceso de cambio. Convoco a los argentinos a una construcción plural”, dijo al cerrar su discurso. (NA)
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