En la playa y con los libros abiertos

En la playa y con los libros abiertos

Pablo está en Miramar y no logra disfrutar. "Me obligan a estudiar todas las mañanas y sólo por la tarde puedo salir", dijo.

04 Enero 2006
Las olas, el viento y el estudio no suelen ser una buena combinación, pero cuando las obligaciones acechan no queda otra alternativa. Pablo tiene 16 años y este año cursó -ya por segunda vez- tercero. Sin embargo, se llevó cuatro materias a febrero y las está preparando en Miramar, adonde pasa las vacaciones con su familia. “Vine a estudiar aquí porque mis padres no querían que quedara solo en Tucumán, ya que suponían que yo iba a estudiar mucho menos. Me obligan a estudiar todas las mañanas y sólo por la tarde puedo ir a la playa. Por la noche puedo salir, pero siempre volviendo antes de las 12”, contó por teléfono el joven, desde la costa atlántica.
En Miramar, el padre de Pablo debe hacer un paréntesis obligado en su descanso para preparar a su hijo en Física y Química. En tanto que en Lengua e Inglés Pablo estudia solo.
Cuando LA GACETA le preguntó por qué no aprobó las materias durante el año, Pablo contestó muy campante: “a Física y Química no las entendí nunca, e Inglés y Lengua no me gustan; no las estudié en el año”.