Londres.- Tras varios accidentes en los últimos años, el príncipe Carlos de Inglaterra decidió dejar de jugar definitivamente al polo, un deporte que practicó durante 40 años. El heredero del trono de Inglaterra, que el lunes pasado celebró su cumpleaños número 57, se cayó del caballo por última vez en 2001 durante un partido de polo.
El mismo año, se fracturó el hombro al caerse del caballo en una salida a cazar zorros. En 1998, el hijo mayor de la reina Isabel II se fracturó una costilla también en la caza del zorro. Ocho años antes, se había quebrado el brazo derecho al caer del caballo jugando al polo. La fractura se curó mal y requirió varias operaciones hasta que pudo recuperarse totalmente.
Este riesgoso y exclusivo deporte también está relacionado para Carlos con recuerdos románticos. En 1970, conoció durante un partido de polo a Camilla Parker Bowles, su actual esposa y amante durante más de tres décadas. "Ahora el príncipe sintió que era el momento y decidió dejar el polo con dignidad, aunque con pesar", anunció ayer su portavoz. Tras haberse forjado una fama de jinete serio y duro, ya desde 1992 Carlos participaba sólo en partidos benéficos.
La tradición del polo se mantendrá sin embargo en la familia real británica, destacó el portavoz del príncipe de Gales. (DPA)