

Los problemas de rindes estancados y de compactación y degradación de suelos se repiten en todos los campos del país. El gran responsable de esto es el estrés abiótico, una problemática agronómica que muchos productores y asesores no han priorizado hasta ahora en los manejos agrícolas. El estrés abiótico puede generar daños de hasta el 60% del potencial de los cultivos. Esta problemática, en muchos casos se logra mitigar con biológicos; y sobre ese aspecto se desarrollará la muestra EnBio 2026, cuya próxima edición se hará en Junín (Buenos Aires) el 25 y el 26 de febrero.
Prometeo Sánchez García es profesor e investigador del Colegio Posgraduados de México, disertante en congresos en el ámbito mundial y, sin dudas, el mayor especialista de habla hispana sobre esta problemática.
Origen
Según Sánchez García, uno de los principales problemas es la compactación de suelos que puede ser de origen químico, de origen físico o de origen biológico. “La compactación física tiene que ver con el tipo de suelo y con el uso de este sobre todo con lo generado por el tránsito reiterado de las maquinarias. La compactación química tiene que ver con una amplia concentración de calcio en algunos suelos y eso genera que, cuando se fertiliza campaña tras campaña, se forma un sarro y un tipo de yeso que comienza a generar taponamiento de los poros del suelo y eso comienza a generar un problema de mala infiltración y disminución de las raíces. El uso de fertilizantes a base de azufres o fósforo como los fosfatos empieza a generar esa formación de sarro. ¿Cómo se ataca este problema? Utilizando algunas sustancias como son los ácidos carboxílicos, ácidos húmicos y sobre todo microorganismos benéficos como el caso de la bacteria bacillus subtilis. Cuando esta bacteria se reproduce genera poblaciones y agregados de suelo lo cual mejora la oxigenación, mejor drenaje, se aprovecha mejor los fertilizantes tenemos un buen desarrollo de raíces y a su vez una carga de las citoquininas, como la quinetina y la zeatina que nos ayudan cuando la planta sufre un estrés abiótico”, sostiene el especialista.
¿Las plantas están estresadas? ¿Qué nivel de estrés tienen? ¿Qué tipo de estrés tienen? El estrés abiótico es lo que más perjudica los rindes en la Argentina; y su solución no pasa por los métodos de manejo tradicionales y, mucho menos, por la aplicación de productos de síntesis química. Todo estrés del cultivo está relacionado con las defensas naturales de las plantas, y mientras más fuertes estén, no sólo rendirán más, sino que soportarán mejor el impacto de las enfermedades.
“¿Cómo podemos mitigar el estrés climático? Por medio de la genética (en la Argentina lo está desarrollando Gabriela Pagnussat, quien también estará presente en EnBio 2026), mediante el uso de infraestructura, como puede ser el riego subterráneo u otras tecnologías. Y, por último, la bioestimulación, que tiene que ver con el uso de productos con algas marinas, aminoácidos, ácidos fenólicos, silicio y glicina betaína, entre otros”, finalizó Sánchez García.







