INVESTIGACIÓN. La Eeaoc sacó al mercado variedades de caña.
El acuerdo de libre comercio entre el gobierno de Javier Milei y Estados Unidos (EEUU) reabrió la discusión sobre la Ley de Semillas (Ley 20.247) y la protección de patentes agrícolas. La exigencia de la administración de Donald Trump por la aplicación de una norma proteccionista ha generado expectativas en distintos sectores del campo. Mientras la industria biotecnológica viene defendiendo los derechos de las innovaciones, los productores advirtieron que posibles cambios podrían aumentar los costos, si no hay cambios en las reglas productivas y comerciales, apuntando al impacto de las retenciones. Esto encendió un debate sobre cómo equilibrar la innovación con la eficiencia de la cadena productiva.
¿Qué incidencias se presentarían en Tucumán? Hoy, la norma establece una excepción para los productores, lo que les permite conservar y resembrar las semillas de variedades protegidas sin pagar regalías. Una reforma, en línea de la intención de EEUU, revertiría esa situación y además apoyaría los proyectos de la Estación Experimental Obispo Colombres (Eeaoc), como organismo de investigación.
“El trabajo de la Estación Experimental, una institución con más de 116 años de trayectoria que ha trabajado siempre en apoyo del sector sucroalcoholero y agroindustrial en general, como la actividad citrícola, en la provincia, es clave. Hoy, los ejes estratégicos se centran en lograr una producción eficiente de la materia prima y en la transformación o agregado de valor en origen. Para esto, es fundamental el manejo de material genético adecuado según cada caso”, comenzó explicando Hernán Salas López, director técnico de la Eeaoc.
“El manejo de material genético es la herramienta más valiosa que tenemos hoy para afrontar adversidades climáticas, biológicas o, incluso, comerciales. Muchas veces se habla sin el debido conocimiento de la manipulación genética y la biotecnología. Sin embargo, estas tecnologías hacen un aporte valioso, porque permiten obtener variedades que resistan sequías, calor o ataques de plagas, y que también se adapten a las necesidades del mercado”, indicó. Y prosiguió: “Además, estas herramientas pueden reducir el uso de pulverizaciones, insecticidas, herbicidas y otros productos, generando un impacto positivo en el ambiente”.
Sobre la reforma de la Ley de Semillas, el director técnico indicó que el reconocimiento de la propiedad intelectual es clave para sostener programas de mejoramiento. “En la Eeaoc, la mayoría de las variedades de caña cultivadas en la provincia proviene de nuestro subprograma de mejoramiento genético, así como portainjertos cítricos, de soja, poroto o garbanzo. Obtener una nueva variedad de caña, por ejemplo, puede tomar más de 12 años, y sin reconocimiento ni regalías, es muy difícil mantener estos programas, que son costosos y requieren tiempo y dedicación”, explicó.
Prudencia
Salas López señaló que actualmente no se cobran regalías por la venta de semillas dentro de la provincia, aunque sí se perciben en otros países como Uruguay o Bolivia para caña y soja. Dejó en claro que no se trata de implementar una modificación de manera inmediata localmente, sino de forma prudente para el uso de las variedades nuevas.
El presidente de la Sociedad Rural de Tucumán (SRT), José Frías Silva, indicó que, “como institución, consideramos muy importante el pago de regalías, porque es la única forma que tenemos para seguir mejorando la calidad de las semillas”. “Hoy, por ejemplo, en soja, Argentina tiene tres eventos y Brasil alrededor de nueve o 10. Es una diferencia abismal. Si no pagamos por tecnología, nunca la vamos a tener”, expresó el dirigente, aunque acotó que se requiere una “buena ley de semillas”. “Las cosas tienen que estar claras. Si no es así, habrá discusiones y disconformidad”, añadió.
Frías Silva aclaró que el aspecto económico incide en la discusión, considerando los reparos de sectores del campo, ya que la implementación de regalías implicaría mayores costos de producción. “Lo lógico sería tener retenciones cero y poder invertir en las tecnologías. Pero, lamentablemente, tenemos que pelear hasta el último centavo para estirar la situación. Nos siguen sacando rentabilidad día tras día”, expresó.
Por su parte, el titular de la Asociación de Productores Agrícolas y Ganaderos del Norte (Apronor), Hugo Meloni, coincidió en que una hipotética aplicación de regalías debe ir acompañada por la quita de retenciones, entre otras medidas complementarias.
“¿Qué sería mejor que no tener que guardar tu semilla y que todos los años se compren bolsas certificadas? Es lo mejor que le puede pasar al productor. Pero esto debe ir acompañado de la eliminación de las retenciones. Hoy, con semillas propias, el productor pierde dinero; si además tiene que comprar la semilla, estamos en problemas”, finalizó.







