Hacia 1840, en la plaza San Martín había una gran laguna, cuenta Carlos Páez de la Torre (h) (01/06/2011), que cita un recuerdo don Florencio Sal, testigo de los años 1840: allí “la gente pescaba, se bañaba y hasta se ahogaba en sus hondos remansos”. En la parte firme, se aglomeraban loas carretas que traían frutas y hortalizas del sur, en una suerte de mercado. Por eso el paraje se conocía indistintamente como “La laguna” o “Plaza de las carretas”.
En 1859 Wenceslao Posse vendió media manzana al Estado. El gobernador Marcos Paz la llamó “plaza San Martín”, pero sin alterar su condición de mercado. En 1900 el intendente Carlos Rougés hizo comprar la manzana contigua y completó el paseo público, limitado por las calles Bolívar, Chacabuco, Lavalle y Ayacucho. La idea era que la Comisión del Centenario tuviera ahí el lugar adecuado para la estatua de San Martín que se había decidido emplazar.
No hubo mucho debate sobre la estatua: se decidió encargar una réplica en bronce de la que Louis Joseph Daumas había realizado para la plaza San Martín de Buenos Aires, inaugurada en 1862. Hubo que hacerle un pedestal, tarea que se encomendó a la empresa Pasqualini, Marchini y Cía. Y se inauguró el 24 de septiembre de 1910, a las 4 de la tarde, en la intendencia de Eduardo Paz . Años después en 1977, se agregarían los 21 mástiles con las banderas de las naciones americanas.
La foto, de 1937, fue sacada por el fotógrafo César Martínez Lanio. ¿Cómo era la zona entonces? Páez de la Torre, en “Al sur de la ciudad vieja” (28/04/2008) relata que en 1946, en su libro "Polvos del camino", el doctor Pantaleón Fernández (1874-1949) evocó el viejo Tucumán, y dijo que 10 años antes, “hacia el sud, la edificación raleada terminaba a la tercera cuadra, empezando desde la Catedral: lo que es hoy Piedras y Congreso, con sitios baldíos en todo el trayecto". Más allá, "ya no había sino ranchos diseminados, espaciados, teniendo algunos cercas de ramas y tunales, cercas que servían para encerrar los bueyes y caballos de los troperos". Donde luego se diseñó la plaza Yrigoyen y se erigió el Palacio de Tribunales "era la plaza de las Carretas o de la Laguna, y apenas si hace diez años eran un mercado (el Mercado Sur) y la plaza Humberto Primo".






