Kevin López
Atlético goleó a Talleres de Córdoba por 3-0 en la fecha 6 del Clausura y, más allá de la contundencia del resultado, el partido dejó varias historias personales para destacar. Una de ellas fue la de Kevin López, mediocampista que volvió a sumar minutos después de semanas difíciles, atravesadas por una lesión y, en el plano personal, por el nacimiento de su hija. Entre la felicidad y la responsabilidad, el jugador abrió su corazón y también analizó el momento del equipo.
“Me siento muy bien, tratando de volver a sumar minutos”, comenzó López, todavía con la emoción fresca por haber regresado al campo de juego. Su ausencia no había sido sencilla. “Me tocaron pasar semanas difíciles y estoy muy contento de poder volver a jugar y poder tratar de ayudar a mis compañeros”, señaló.
El mediocampista no esquivó el recuerdo de los días en los que la lesión lo mantuvo al margen. “Tuve una lesión, desgraciadamente, y después vino el nacimiento de mi hija, así que estuve varios días ausente”, contó. La espera se hizo larga, pero el retorno llegó en un momento clave para el “Decano”, que necesitaba recuperar piezas en el mediocampo.
La llegada de su hija
Lejos de considerarlo un obstáculo, López reconoció que la paternidad lo marcó para siempre. “Estoy muy bien, muy feliz, disfrutando al máximo. Es lo mejor que me pasó en mi vida”, aseguró. El futbolista no dudó en calificarlo como un nuevo desafío en su vida. “Es otro compromiso, un compromiso más importante creo que tiene una persona cuando es padre. Así que ando tratando de aprovecharlo y disfrutarlo al máximo”.
La dualidad entre la exigencia deportiva y la vida familiar es un reto que muchos jugadores atraviesan en silencio. En el caso de López, el nacimiento de su hija pareció darle un aire renovado. La motivación personal se traslada al campo de juego, con la ilusión de devolver en fútbol todo lo que el equipo le dio durante su ausencia.
Conexiones en el medio
En el análisis futbolístico, López subrayó la importancia del trabajo colectivo en el medio. “Creo que hicimos una buena pretemporada y eso fue clave para que podamos ir conociendo a nuestros compañeros”, explicó. Su regreso se dio en un rol particular: aparece como una variante para Lautaro Godoy y Adrián Sánchez.
“Creo que en el juego hemos crecido mucho, tenemos muchas más conexiones, mucha más llegada al arco rival y creemos que podemos seguir mejorando en ese sentido”, insistió.
La competencia interna, lejos de ser un problema, se convirtió en una virtud para el plantel.
Variantes y confianza
La rotación en el mediocampo, según López, no afectó la dinámica del equipo. Al contrario, fortaleció la confianza. “Hemos hecho diferentes formaciones y en todas el equipo funcionó, el mediocampo funcionó. Eso habla bien de lo individual de los chicos y también en lo grupal. Creo que al que le toca jugar se siente cómodo y hacemos sentir esa confianza dentro del campo”, destacó.
Esa flexibilidad se reflejó en la contundencia mostrada frente a Talleres, un partido que, para el jugador, dejó enseñanzas. “Fuimos más concretos que en otras ocasiones: las situaciones que tuvimos las supimos aprovechar, cosa que en otros partidos no podíamos hacerlo”, analizó. Y cerró con un deseo: “En este partido nos tocó y esperemos seguir con esa racha y que podamos seguir teniendo el arco abierto”, indicó.
Las emociones
En apenas unas semanas, la vida de López atravesó un torbellino: lesión, nacimiento de su hija, recuperación y regreso al equipo. Todo condensado en un proceso en el que lo personal y lo profesional se mezclaron inevitablemente.
El fútbol, muchas veces, obliga a los jugadores a convivir con presiones, críticas y exigencias. Pero también permite vivir momentos que trascienden lo deportivo.
Para López, volver al césped con la camiseta de Atlético y, al mismo tiempo, tener en brazos a su hija recién nacida, significa encontrar un nuevo equilibrio.
El triunfo ante Talleres fue una prueba de que el equipo puede reinventarse. Para López, además, fue la confirmación de que los días más duros quedaron atrás. Ahora, con la ilusión de crecer en el Clausura y con la motivación extra de su paternidad, el mediocampista apunta a consolidarse en el “11” de Lucas Pusineri.







