La NASA acelera sus planes para instalar un reactor nuclear en la Luna. Fuentes: Euronews/Pawel Glogowski
Mientras China y Rusia planean consolidar su proyecto de independencia energética lunar para 2035, Estados Unidos busca agilizar este proceso para, en tiempo récord, establecer un reactor nuclear en nuestro satélite natural. Una carrera que ya no es solo un trabajo de ingeniería, sino que roza la competencia estratégica e incluso los debates por una nueva forma de geopolítica espacial.
La urgencia por adelantarse al resto de países es lo que motiva al director de la NASA, Sean Duffy y al Gobierno de Estados Unidos a instalar un proveedor de energía para una estadía prolongada de la humanidad en el satélite natural. "Estamos en una carrera hacia la Luna, en una carrera con China hacia la Luna . Y para tener una base allí, necesitamos energía", advirtió Duffy durante la última conferencia de prensa.
Una carrera por apoderarse de la Luna
Habiendo establecido que se trata de una nueva era de competencia global más allá de la Tierra, el reactor se volvió un objeto central, cuyo propósito final es establecer presencia humana sostenida en la Luna. Ya estaba entre los planes de Rusia y China construir una Estación de Investigación Lunar Internacional para 2035, posiblemente con su propia planta nuclear en la Luna.
Pero Duffy fue más allá al decir que Estados Unidos quiere llegar antes que China a la Luna. El país norteamericano afirmó que quiere apoderarse de "la mejor parte de la Luna". Este reclamo abre un nuevo debate ya que el establecimiento de las primeras instalaciones energéticas permanentes podrían introducir conflictos por la apropiación del satélite natural.
El Tratado del Espacio Ultraterrestre de 1967 establece que nadie puede reclamar territorio en la Luna. Sin embargo, por razones técnicas, las zonas de seguridad alrededor del reactor podrían bloquear eficazmente el acceso de otros países a áreas estratégicas.
¿Qué tan posible es el proyecto para 2030?
Según los expertos, la fecha límite de 2030 es ambiciosa, pero técnicamente posible. La NASA y el Departamento de Energía de EE. UU. trabajan actualmente en el desarrollo de un sistema de energía de superficie por fisión que proporcione al menos 40 kW de energía, suficiente, según la NASA, para abastecer 30 hogares durante 10 años.
Los reactores tienen que funcionar de forma fiable en condiciones extremas: fluctuaciones de temperatura desde el calor diurno hasta heladas nocturnas de hasta -200° Celsius, sin atmósfera y con refrigeración limitada.
Por lo tanto, los reactores deben ser sellados, seguros y capaces de gestionar el calor en condiciones de baja presión y menor gravedad. Además, los lanzamientos de cohetes conllevan el riesgo de fallo. El reactor se enviaría en estado "desactivado" para minimizar el riesgo de contaminación en caso de catástrofe.








