
En San Miguel de Tucumán, el municipio deberá relevar las pérdidas de agua de toda la ciudad

Se promulgó la ordenanza que crea el Programa Integral para la Conservación y Uso Eficiente del Agua en San Miguel de Tucumán, impulsada por los concejales Gustavo Cobos y José María Canelada. La norma fue publicada ayer en el Boletín Oficial de la Municipalidad y obliga al Ejecutivo a poner en marcha una serie de medidas orientadas a evitar el derroche del recurso y enfrentar la grave crisis hídrica y sanitaria que afecta a la ciudad.
Uno de los aspectos centrales de la ordenanza es la realización de un relevamiento anual sobre el uso del agua en la capital tucumana. El municipio deberá identificar las zonas de mayor consumo, detectar fugas en la red de distribución, verificar pérdidas en edificios públicos y elaborar un diagnóstico técnico con indicadores de seguimiento. A partir de esa información, se establecerá un plan de acción para optimizar el uso del recurso y mitigar los impactos de una infraestructura colapsada y sin mantenimiento.
“El primer paso para dejar de perder agua es saber dónde y cómo la estamos perdiendo. Esta ordenanza obliga al Ejecutivo a dejar de mirar para otro lado. Si no se mide, no se puede corregir. Cada caño roto que no se repara es agua que le falta a otro tucumano”, sostuvo Canelada.
La norma también establece campañas de concientización en escuelas municipales, promueve el reúso de agua para actividades no esenciales y fomenta la captación de agua de lluvia. Además, obliga al municipio a publicar informes periódicos con los avances de implementación, garantizando transparencia y control ciudadano.
Por su parte, Cobos remarcó: “Vivimos entre baches, derrames cloacales y pérdidas de agua que nadie repara. No podemos naturalizar ese abandono. Esta ordenanza es una herramienta para que el municipio actúe con responsabilidad. No es una sugerencia: es una política pública que debe cumplirse”.







