¿Por qué deberías colocar una hoja de laurel en el lavarropas?
Desde tiempos ancestrales, el laurel fue un ingrediente fundamental en nuestras cocinas, valorado por su intenso aroma y sus propiedades medicinales. Pero ahora, esta humilde hoja está conquistando un nuevo territorio en los hogares y ese es el lavarropas.
En un artículo del diario La Razón, reportaron los resultados asombrosos que tuvo colocar una hoja de laurel en los lavados para quienes lo probaron. La fascinación actual radica en la incorporación de hojas secas de laurel al ciclo de lavado que permite aprovechar las presuntas virtudes antimicrobianas y desodorizantes.
Quienes ya lo adoptaron en su rutina afirman que estas hojas actúan como un desinfectante natural, especialmente útil para prendas que se exponen mucho, como toallas, ropa deportiva o sábanas, ayudando a eliminar bacterias y hongos.
Beneficios del laurel en la ropa y tu lavarropas
Uno de los beneficios más elogiados es su capacidad para neutralizar olores persistentes y profundos, como el sudor, la humedad o incluso el tabaco. A diferencia de muchos suavizantes y detergentes que solo enmascaran las fragancias indeseadas, el laurel parece ir directo a la raíz del problema, actuando sobre las moléculas responsables del mal olor. ¿El resultado? Ropa increíblemente fresca, con un sutil y duradero perfume herbal.
Pero sus bondades no se detienen en la ropa. Se comenta que el laurel también es un aliado para mantener tu lavadora en óptimas condiciones. El uso constante de productos químicos puede dejar residuos acumulados en el interior del electrodoméstico, propiciando malos olores y la temida aparición de moho. Gracias a sus propiedades antifúngicas, el laurel podría convertirse en un guardián silencioso de la higiene de tu máquina.
¿Cómo incorporar el laurel en tus lavados?
Simplemente necesitas introducir entre tres y cinco hojas secas de laurel en una pequeña bolsita de tela o una malla diseñada para prendas delicadas. Luego, coloca esta bolsita directamente en el tambor de la lavadora, junto con la ropa que vas a lavar.
Una vez que la lavadora se pone en marcha en un ciclo habitual, el calor y la humedad del agua harán su magia, liberando los aceites esenciales del laurel. Estos se impregnarán en los tejidos de tus prendas, otorgándoles no solo su fragancia, sino también las propiedades naturales de esta maravillosa hoja.








