San Martín busca un plan que le permita recuperar la cima y, sobre todo, el protagonismo

La falta de respuestas tácticas encendió alertas, pero el torneo sigue abierto. Volver a hacerse fuerte en casa será la base para recuperar la confianza.

REGULAR. Juan Cuevas no se destacó tanto como en otros partidos y eso el Santo lo sintió. REGULAR. Juan Cuevas no se destacó tanto como en otros partidos y eso el "Santo" lo sintió. Foto de Osvaldo Ripoll/LA GACETA.

La caída contra Güemes en Santiago del Estero no solo significó una derrota en el resultado, sino que también encendió una señal de alerta sobre el funcionamiento del equipo. San Martín atraviesa una etapa de dudas tácticas y pérdida de claridad en su propuesta, que lo alejan de la versión sólida que mostró en otros pasajes del torneo.

Actualmente, el equipo de Ariel Martos no encuentra fluidez ofensiva. Depende en exceso del desequilibrio individual de Franco García o Juan Cruz Esquivel (ausente en el último partido por un esguince en el tobillo derecho) y sufre para generar sorpresa desde el mediocampo.

A medida que avanza el torneo, los rivales le fueron tomando la mano y el “Santo” se volvió más previsible, especialmente cuando no logra imponer su ritmo en los primeros minutos.

Sin Esquivel, el ataque perdió chispa y profundidad. En paralelo, el bloque del medio, con nombres como Juan Cuevas, Gabriel Hachen, Nahuel Cainelli o Leonardo Monje, aún no logró establecer una dinámica clara. La movilidad y el juego entre líneas que sí se vieron en algunos tramos del torneo, hoy aparecen de forma intermitente.

A lo largo de las 21 fechas, Martos alternó principalmente entre el 4-2-3-1, el 4-3-3 y, en dos oportunidades, un 4-3-1-2.

El arranque del torneo mostró a un San Martín con doble cinco y extremos definidos. En el debut, el equipo intentó poblar el medio, pero nunca logró romper por los costados.

Por eso, en la sexta fecha, Martos probó por primera vez el 4-3-3, contra Tristán Suárez, pero el cambio no le dio réditos inmediatos. Aun así, lo sostuvo.

En los partidos frente a Gimnasia y Tiro, Deportivo Maipú y Colegiales, por ejemplo, el equipo se mostró ordenado, vertical y peligroso.

En cambio, en otros tramos -como frente al “Gaucho” o Patronato- se notó una merma física, poca movilidad y una desconexión evidente entre las líneas.

Cuando el rendimiento comenzó a flaquear, intentó nuevas variantes: sumar un enganche, rearmar la mitad de la cancha, cambiar perfiles en defensa o adelantar líneas con más agresividad.

A veces funcionó -como en el triunfo frente a Quilmes, con una buena lectura desde el banco- y otras veces no logró resolver los baches futbolísticos.

Más allá del dibujo táctico, hay una disociación entre las intenciones del cuerpo técnico y la ejecución en cancha.

En los últimos tres partidos, San Martín solo sumó tres puntos sobre nueve. Claro, en las dos derrotas consecutivas, los errores defensivos, las malas decisiones en el último pase y la falta de movilidad ofensiva volvieron a repetirse.

Lo cierto es que Martos no se quedó quieto. Buscó, movió piezas, alternó nombres y esquemas. Aunque el equipo no siempre respondió como esperaba.

De esta manera, el desafío está en volver a encontrar ese equilibrio entre solidez defensiva y agresividad ofensiva. Sobre todo, evitar caer en la rigidez de una fórmula que los rivales ya saben cómo neutralizar.

¿Cambia el esquema?

El fixture le ofrece a San Martín dos partidos clave en La Ciudadela -este sábado contra Los Andes, y luego, contra Tristán Suárez- para recuperar la confianza.

Es fundamental que el equipo vuelva a aprovechar su localía y que encuentre de nuevo su energía colectiva. La posible vuelta de Esquivel, en las próximas semanas, podría ser un plus. Pero la respuesta no puede depender de un solo nombre.

Martos necesita volver a encontrar la versión más activa de su equipo. No hace falta revolucionar todo, sino reforzar una idea que, por momentos, supo dar resultados.

San Martín aún está en carrera. Está a tiempo. Aunque las últimas presentaciones dejaron dudas, también dejaron señales sobre dónde ajustar.

Comentarios