EN ALTURA. Muchos tucumanos que habitan edificios de altura sintieron el movimiento telúrico de esta madrugada. ARCHIVO LA GACETA / FOTO DE DIEGO ARÁOZ
El crujido de vidrios, los ladridos de los perros y la pendulación de los artefactos eléctricos fueron algunos de los indicios que espabilaron a los tucumanos que, esta madrugada, sintieron el temblor de 3.7 registrado a la 1.17, a unos 15 kilómetros al sur de San Miguel de Tucumán, muy cerca de Bella Vista.
En las redes sociales y en diferentes grupos de WhatsApp fue el monotema de los tucumanos que advirtieron que algo estaba pasando. En los edificios del microcentro también hubo abruptos despertares por el movimiento telúrico, que tuvo una profundidad de 10 kilómetros.
Si fuiste una de las personas que percibieron el temblor, te invitamos a dejarnos tu comentario para compartir con los lectores de LA GACETA tu experiencia en una madrugada movida en la capital tucumana.






