Por qué tomar vacaciones puede salvarte la vida, según un estudio científico

Un trabajo de Syracuse University revela que quienes se van de licencia con frecuencia tienen hasta 30% menos riesgo de morir por problemas cardíacos.

VACACIONAR MEJORA LA SALUD. La evidencia científica generada por Syracuse University apoya las licencias. / UNSPLASH VACACIONAR MEJORA LA SALUD. La evidencia científica generada por Syracuse University apoya las licencias. / UNSPLASH
18 Julio 2025

En una época donde “estar disponible” se confunde con el éxito, la ciencia recuerda que el descanso es esencial para la salud. Según un artículo de The Washington Post, diversas investigaciones avalan que tomarse vacaciones con frecuencia mejora la salud física, emocional y, sobre todo, la cardíaca.

Un trabajo realizado por investigadores de Syracuse University citado por The Washington Post siguió a 12.338 hombres con alto riesgo de enfermedad coronaria durante nueve años. Aquellos que se tomaron vacaciones anuales redujeron su riesgo de muerte por cualquier causa en un 20% y por enfermedades cardíacas en un 30%.

El mismo equipo observó que, por cada descanso anual adicional, la probabilidad de desarrollar síndrome metabólico (que incluye hipertensión, obesidad, colesterol alto y glucosa elevada) disminuía en el 25%.

Las vacaciones no sólo cuentan a largo plazo: un estudio austríaco detectó que los efectos beneficiosos sobre el bienestar emocional pueden durar hasta 45 días después del descanso. Además, personas con déficit de sueño habitual recuperan horas de descanso real al salir de viaje.

Tener pausas regulares se asocia con menores niveles de estrés, más felicidad, menos depresión y un mejor sueño. A la larga, se traduce en menos riesgo de diabetes, hipertensión y problemas cardiometabólicos.

Cómo aprovechar mejor tus vacaciones

Los expertos consultados por The Washington Post coinciden en que para maximizar los beneficios de las licencias es importante llevar adelante las siguientes acciones:

- Desconectarse de verdad (sin trabajo ni correos).

- Moverse con actividades físicas suaves.

- Compartir tiempo con otros: fortalecer los vínculos sociales.

- Llevar un diario o bitácora: recordar los momentos agradables potencia el efecto emocional.

Al final, tomarse vacaciones no es un lujo: es invertir en la vida, especialmente la del corazón. En un mundo donde el estrés y el agotamiento ocupan un lugar central, esta evidencia científica resulta oportuna para vacacionar sin culpas.

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