21 Junio 2025
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Tras una ruptura amorosa, el cerebro humano puede tardar hasta ocho años en desvincularse por completo del apego emocional hacia una ex pareja, según una reciente investigación publicada en Social Psychology Today. Si bien la mayoría logra superar la separación con el tiempo, los especialistas remarcan que el proceso es largo y varía según cada persona.
El estudio fue dirigido por Jia Y. Chong y Chris Fraley y contó con una muestra de 328 adultos, todos con relaciones previas de al menos dos años y cuya ruptura se había producido, en promedio, cinco años antes de la encuesta. La mayoría de los participantes (57%) eran mujeres, con una edad media de poco más de 30 años.
A través de cuestionarios especializados, los investigadores midieron el nivel de apego hacia las exparejas y lo compararon con el que los mismos individuos sentían por personas desconocidas. Los modelos estadísticos arrojaron un resultado contundente: con el paso del tiempo, el apego afectivo tiende a desaparecer por completo y se equipara al que se siente por un extraño.
“A largo plazo, el vínculo afectivo llegó a cero en los modelos estadísticos”, destacó el informe difundido también por Psychology Today. Esto sugiere que casi todas las personas, eventualmente, logran superar el vínculo emocional con sus ex parejas, aunque algunas lo logren antes y otras más tarde.
Casi cuatro años para llegar a la mitad del desapego
El estudio identificó que se necesitan aproximadamente 4,18 años para alcanzar la mitad del proceso de disolución del vínculo afectivo. La desvinculación total, según el promedio, ocurre a los ocho años. Sin embargo, los investigadores aclaran que hay una gran variabilidad: algunas personas mantienen un apego más prolongado, mientras que otras lo superan en menos tiempo.
Entre los factores que más influyen en esta duración, sobresale el contacto continuado con la ex pareja. “Es el principal predictor de la duración del apego emocional”, explicaron los autores. También se observó que quienes presentan altos niveles de ansiedad tienden a prolongar los vínculos, mientras que tener hijos en común genera un apego inicial más fuerte, pero que se disuelve más rápido.
Ni el inicio de una nueva relación sentimental ni el género de los participantes influyeron significativamente en la velocidad del desapego, según las conclusiones del trabajo.
La ciencia detrás del duelo emocional
El artículo fue revisado por Lybi Ma y contextualizado por el profesor alemán Sebastian Ocklenburg, investigador en psicología en la Facultad de Medicina de MSH Hamburgo. Aunque su línea de trabajo principal se enfoca en la zurdera y las asimetrías cerebrales, en esta ocasión abordó la resiliencia emocional tras una ruptura.
Los resultados ofrecen un mensaje esperanzador: “Los datos muestran que, en algún momento, casi todas las personas superan por completo a sus ex parejas y no tienen un vínculo emocional más fuerte con ellas que con un desconocido”, subrayó el informe.
El duelo afectivo es un proceso inevitable y muchas veces doloroso. Pero esta nueva evidencia científica confirma que el desapego emocional ocurre, aunque pueda tomar años. Y que la resiliencia, en la mayoría de los casos, finalmente prevalece.
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