En la historia de “El Eternauta” los objetos viejos no son simples decorado vintage: son la clave para sobrevivir ante un peligro extremo. Mientras la nieve cae y encierra una amenaza invisible y los sistemas electrónicos modernos colapsan de golpe, imprevistamente, subsisten las brújulas de aguja, los mapas de papel, los tocadiscos, los casetes, los autos sin electrónica. Y hasta la guía de teléfonos.
RADIOAFICIONADO EN CONCEPCIÓN. A sus 83 años, Benjamín Vallejos tiene una larga experiencia comunicándose con colegas de todo el mundo. la gaceta / analía jaramillo
En un mundo futurista que se apaga, lo antiguo se enciende como una última chispa de humanidad. Es que la popularización de la serie de Netflix, inspirada en la celebrada historieta de Héctor Germán Oesterheld de 1957, no solo revive una trama mítica sino que nos recuerda que la tecnología analógica, apartada en cajones o museos, puede ser más confiable que una App cuando el mundo se detiene.
CINTAS. Juan Manuel Pajón tiene una amplia colección de casetes. la gaceta / foto de diego aráoz
En este relato se aprecia cómo la modernidad, orgullosa de su inmediatez, queda muda frente a la sencillez persistente de lo “anticuado”. La brújula, inventada hace siglos, sigue marcando el norte cuando el GPS es solo un ícono inútil en una pantalla negra. El vinilo, con su sonido crujiente y auténtico, le da voz a un presente que ya no tiene conexión. Y el mapa impreso de rutas, ese que muchos ya no saben doblar, vuelve a desplegarse como un acto de resistencia contra la dependencia digital para saber por dónde hay que ir hasta el destino deseado.
SONIDO ESPECIAL. Pablo Lesnik disfruta de la música en viejos vinilos. lagaceta / foto osvaldo ripoll
Tesoros
Mientras tanto, en Tucumán, algunas personas no necesitan una catástrofe ficticia para atesorar (y en algunos casos usar a diario) estos objetos. Las concurridas ferias de coleccionistas tienen una indiscutible vigencia como espacio concurrido en los cuales, junto a la compraventa de objetos, circulan experiencias, consejos y enseñanzas.
PARA SABER DÓNDE IR. Sebastián Moyano enseña a usar la brújula. la gaceta / foto Diego Aráoz
Para quienes atesoran lo analógico, sus tesoros no son solo reliquias ni elementos decorativos: son formas de conexión, con el mundo y con otros tiempos. Estas son sus historias, resumidas en cuatro testimonios.







