La alta siniestralidad de Tucumán

07 Mayo 2025

En un reciente informe se dio cuenta de que la inseguridad vial en nuestra provincia tiene un altísimo costo.  Por un lado, la gran cantidad de víctimas fatales -en 2024 fueron 335-, a las que se suman las personas que resultan con heridas y traumas temporales o permanentes. Por otra parte, el enorme gasto de los servicios de salud para afrontar el tratamiento de las personas accidentadas. Finalmente, el costo de la siniestralidad, que se reduce en las reparaciones económicas que se debe hacer tanto en los daños personales, de las que se deben hacer cargo las obras sociales, el Estado y las compañías de seguros, según el caso, y además el costo oculto de la región: según el informe de la Agencia NOA para la Federación Patronal de Seguros, las pólizas en el NOA se encarecen por el alto índice de siniestralidad que caracteriza a Tucumán.

En nuestra nota del 3 de mayo, los expertos dan cuenta de las causas: exceso de velocidad en calles, avenidas o rutas; falta de educación vial; distracciones en la conducción; uso de alcohol y drogas; falta de uso de elementos de seguridad; falla en los controles; falta de mantenimiento de la red vial y envejecimiento del parque automotor. Es decir, una combinación perniciosa de malos factores que llevan a esta suma que agrava el costo de los seguros. Según el área de que se trate, alguno de esos factores se potencia. Por ejemplo, en días de fin de semana, en el crepúsculo y en la noche, el peligro se potencia en  ciertas poblaciones -desde Atahona a Río Colorado, por ruta 157, o entre Concepción y Aguilares, por la 301- donde a pesar de que se haya iluminado el acceso a los pueblos hay circulación intensa de motocicletas y bicicletas sin luces y por banquinas en mal estado. En las ciudades, el tránsito caótico de las motos genera riesgos constantes (hace poco se difundió que el 80% de los motociclistas atendidos en hospitales no llevaba casco); y las distracciones y la alta velocidad son características en todas partes. Según el director de la Agencia NOA, que vivamos en uno de los territorios más peligrosos para conducir y con más posibilidades de protagonizar un accidente tiene un alto impacto en nuestros bolsillos y en los de quienes viven en provincias vecinas. Y se trata de accidentes en su mayoría evitables. Los expertos de las agencias sostienen que hace falta más educación vial desde la infancia y mayor capacitación de los agentes que realizan los controles en calles y rutas. En este sentido, hace poco se ha señalado que en diciembre, por convenio entre la Agencia Nacional de Seguridad Vial, el Gobierno de Tucumán y la Municipalidad de Yerba Buena, se capacitó a funcionarios y agentes en educación y control vial. La ANSV también hizo convenios con la Municipalidad capitalina, que está llevando a cabo, junto con ONG, instituciones y empresas -entre ellas LA GACETA- la campaña para el uso del casco. Todo esto ayuda, aunque debería haber un involucramiento general de municipios y comunas para hacer frente a esta emergencia vial que va creciendo con las consecuencias que lamentamos a diario.

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