Rompieron el anillo del Papa Francisco un día antes del cónclave: el gesto que sorprendió al Vaticano

En un gesto poco habitual, los 173 cardenales que participaron en la última congregación general previa al cónclave de 2025, celebrada este martes, procedieron a romper el anillo del pescador del papa Francisco, así como el sello de plomo utilizado por el Pontífice para firmar los documentos pontificios. Este acto, generalmente realizado inmediatamente después del fallecimiento del Papa, se llevó a cabo un día antes de la apertura oficial del cónclave, lo que generó cierta sorpresa y especulación entre los presentes.

El director de la Oficina de Prensa del Vaticano, Matteo Bruni, restó importancia al retraso en la ceremonia, aclarando que no hubo ninguna razón oficial para la demora y sugiriendo que los cardenales pudieron haber sentido la necesidad de escucharse antes de proceder con este acto. “Quizá hayan tenido primero la necesidad de escucharse y, por eso, lo han hecho solo ahora”, explicó Bruni a los periodistas.

El momento de la ruptura del anillo papal fue documentado por la cuenta oficial de la Secretaría de Estado del Vaticano en X (@TerzaLoggia), donde se observó a una mujer laica, cuya identidad no fue revelada, usando un cincel para inutilizar el anillo del pescador, mientras los cardenales, encabezados por el decano del Colegio Cardenalicio, Cardenal Giovanni Battista Re, y el camarlengo, Cardenal Kevin Farrell, presenciaban el acto.

Durante la congregación participaron 130 de los 133 cardenales electores. En el encuentro, los purpurados discutieron temas cruciales para la Iglesia, incluyendo el proceso de sinodalidad impulsado por el papa Francisco, la necesidad de reforzar la comunión eclesial y la importancia de perpetuar su legado, como la encíclica Laudato Sì sobre el cuidado de la creación.

Además, se abordó el papel que debe desempeñar el próximo Papa en tiempos de conflicto. "En tiempos de guerra, se necesita un Papa de misericordia", señalaron algunos cardenales, subrayando la necesidad de un pontífice que actúe como un "constructor de puentes" y el "rostro de una Iglesia samaritana", en un mundo profundamente dividido.