
“Quiero que se haga justicia por Gabriela y por mí, pero más que nada por esta mujer y por su familia”, manifestó ayer Leonardo Salomón, el único imputado por el crimen de Gabriela Picciuto, la mujer que fue hallada sin vida en la estructura de una cisterna en su vivienda ubicada en la calle Chacabuco 59.
En la última jornada del debate oral el acusado pidió declarar ante el Tribunal, conformado por los jueces María Valeria Mibelli, Isabel de Los Ángeles Méndez y Guido Leandro Cattáneo, para dar su versión de los hechos, para hablar de su vínculo con Picciuto y defenderse de la acusación en su contra.
El fiscal de la Unidad de Homicidios II, Carlos Sale, imputó a Salomón de ser el autor del homicidio de Picciuto. Según su teoría del caso, el hombre entre el 9 y el 11 de marzo de 2023, habría golpeado con dureza en la cabeza de Picciuto, provocándole un traumatismo encéfalo craneano que la condujo a la muerte. Una vez fallecida, Salomón habría escondido su cuerpo en una cisterna de mampostería, ubicada en el interior de la propiedad, cubriéndolo con prendas de vestir, ropa de cama y bolsas, sellando incluso la parte inferior de la cisterna con ladrillos y mampostería. El cadáver de la mujer fue hallado en un avanzado estado de descomposición el 12 de mayo de 2023 por un albañil que realizaba arreglos en el inmueble.
Salomón contó, sentado sobre el banquillo de acusados, que viajó a Tucumán a fines de noviembre del 2022, con la intención de tener una mejor vida. Durante su primera semana en la provincia se alojó en la casa de un amigo, ubicada en la avenida Gobernador del Campo. Contó que a los pocos días se mudó a una pensión en la calle Amador Lucero al 800, pero decidió abandonar el lugar tras sufrir un robo.
Fue así como llegó a la vivienda de Chacabuco 59 y conoció a la víctima. “Creo que me contacté con Gabriela entre el 17 y el 18 de febrero a través de Facebook Messenger, arreglé el alquiler y fui para allí”, dijo.
Ataque
El imputado, sin dar nombres, se refirió al violento altercado ocurrido el 8 de marzo tras el robo a la peluquería que funcionaba en uno de los locales del inmueble. “Ese día a ella le estaban pegando personas las cuales nunca estuvieron acá presentes y nunca fueron detenidas. Fue una violencia de género muy grande; si yo no llegaba en ese momento la podrían haber matado. A mi punto de vista, hay nombres y apellidos que están muy involucrados”, declaró.
Contó que esa noche llamó en dos oportunidades al 911 y que recibió amenazas por parte de los atacantes, al igual que le habría sucedido a Picciuto. “Ella estaba llena de golpes por esa gente. Lo más lógico que decidimos, tanto ella como yo, fue irnos de Tucumán porque la policía no hacía nada; si hubiesen hecho bien su trabajo no me habría ido”.
Vuelta a Córdoba
Tal como lo viene afirmando el defensor Hernán Molina, Salomón dijo que dejó la provincia el 11 de marzo de 2023 y se puso en contacto con un viejo amigo de su tierra natal. “Le avisé por WhatsApp a (Alfredo) Socci (otro inquilino) que me iba a Córdoba. Me fui haciendo dedo y en Catamarca conseguí un pasaje porque no tenía plata para comprar uno desde Tucumán hacia Córdoba”, explicó.
Una vez que llegó a su destino se quedó unos días en la casa del amigo con el que estuvo en contacto durante los días previos. Permaneció allí un tiempo hasta que su amigo le pidió que se fuera y le recomendó alojarse en un camping. Salomón le hizo caso y estuvo alojado hasta junio en un camping municipal de Villa del Dique, hasta que efectivos policiales de esa jurisdicción lo aprehendieron luego de recibir un oficio desde Tucumán.
“Cuando me detuvieron me sorprendió, no sabía nada. Después en la audiencia de formulación de cargos me explicaron qué le había pasado a Gabriela y que estaba muerta. También me preguntaron si lo conocía a José Luis Fumero (ex esposo de la víctima), pero yo no tenía ni la menor idea de quién era”, afirmó.
Desde que comenzó la investigación y a lo largo de las audiencias del debate oral, diferentes testigos señalaron a Salomón como la entonces pareja de la víctima. Ayer el imputado negó haber mantenido un vínculo amoroso. “Alquilé allí por 20 días y a ella la conocí 15 días. No puedo decir que fuimos pareja pero sí que tuvimos relaciones sexuales”, dijo.
Una vez que terminó su relato, siguió el consejo de su representante legal y prefirió no responder preguntas de parte del Ministerio Público Fiscal. De esta manera las partes concluyeron con la etapa testimonial. Hoy darán lectura de pruebas documentales y mañana expondrán sus alegatos finales donde le informarán a los jueces sus respectivas pretensiones punitivas.