El uso de la bicicleta es una tendencia en el mundo deportivo pero también en la vida cotidiana, que se acentuó notoriamente desde la pandemia. Los recientes datos de que creció un 22 % su utilización en la capital tucumana, y el hecho de que se estima que 7.000 bicicletas circulan por día en Yerba Buena son una muestra de esta tendencia.
Por eso no ha resultado sorprendente la imagen publicada en LA GACETA el viernes, donde se ve a muchos ciclistas en la autopista Tucumán-El Cadillal (ruta 9) mientras dos carteles ubicados entre Tafí Viejo y Los Nogales establecen la estricta prohibición de circular con esos vehículos. “La contradicción reina en la autopista”, tituló LA GACETA, en referencia al problema sin aparente solución, que encierra un enorme riesgo para nuestra comunidad. De hecho, en ese sector donde se encuentran los carteles ocurrió un trágico accidente en 2023 y la misma autopista es escenario de frecuentes incidentes de circulación entre vehículos de mayor porte -desde autos a camiones y ómnibus- y las bicicletas, tal como lo testimoniaron un policía, un funcionario de Vialidad y los ciclistas. Los bikers reclamaron que se hayan puesto esos carteles como solución, acaso arbitraria e ineficaz, puesto que desde hace muchos años circulan por allí unos 500 ciclistas a diario en fines de semana. Ellos, dicen, no tienen otro lugar por donde circular hacia El Cadillal. Esta realidad se refleja en el hecho de que el tema ya fue estudiado hace unos años a nivel “macro” entre asociaciones de ciclistas y el mismo Gobierno provincial, tras lo cual se confeccionó la propuesta de construir una ciclovía desde la capital hasta el área del embalse.
El fenómeno del uso de la bicicleta ha sido reconocido de diferentes maneras por las autoridades. En Yerba Buena se han realizado ciclovías -se cuestiona la forma en que se han hecho, pero están- y se ha asignado un sector importante y casi exclusivo para ciclistas en la avenida Perón; en Famaillá se ha hecho una senda para bicicletas junto a la ruta 301; en Tafí Viejo hay dos sectores para este uso; y en San Miguel de Tucumán hay una intención de avanzar hacia una regulación adecuada del uso urbano de la bicicleta. Es una tendencia mundial. En ciudades como Lyon (Francia) las bicisendas son parte importante de las veredas en casi todas las calles. Rosario de Santa Fe tiene casi todas sus calles ocupadas con espacios para las bicicletas.
La misma Agencia Nacional de Seguridad Vial reconoce que se debe incentivar la movilidad no motorizada por cuestiones de salud y de sustentabilidad ambiental. El tema, pues, debe ser debatido nuevamente y con urgencia, en busca de soluciones concretas.







