“Francisco puso en primer plano a los descartados”

“Francisco puso en primer plano a los descartados”

Doctor en Teología y profesor de Historia de la Iglesia Iglesia de la Universidad Albert-Ludwig de Friburgo, el coautor de La verdad los hará libres hace un balance del papado de Francisco, cuenta cómo le franqueó el acceso a los archivos del Vaticano relacionados con el accionar de la Iglesia argentina durante la dictadura y analiza los rumbos posibles de la elección del nuevo Papa.

FEDERICO TAVELLI. “Francisco fue un hombre decidido y de acción, de mucha fortaleza, de gestos y palabras”.
27 Abril 2025

Por Flavio Mogetta

PARA LA GACETA - BUENOS AIRES

“Hay un en Francisco que es el de la transparencia. Nosotros tuvimos la posibilidad de acceder a los archivos del Vaticano gracias a un permiso extraordinario de Francisco, a archivos de los años ‘70 y ‘80 relacionados con la Argentina y la época de la dictadura militar y pudimos trabajar sobre esa documentación para realizar los tres tomos sobre el rol de la Iglesia en su sentido amplio y en su sentido más específico de sus autoridades frente al terrorismo de Estado. Esa acción está hablando claramente de la transparencia y de la de la humanidad como características. Ya como Arzobispo de Buenos Aires había permitido el acceso a los archivos de la Iglesia argentina a los familiares de las víctimas del terrorismo de Estado. Justamente para dar algún consuelo, para dar información, si es que había información que podía servir para algo. Puso a disposición esos archivos, como después también se puso a disposición de la justicia argentina y cuando él fue elegido Papa lo hizo en el Vaticano”, comenta desde Alemania a LA GACETA Literaria Federico Tavelli, coautor del libro La verdad los hará libres, editado en 2023 por Planeta, y que da cuenta del accionar de la Iglesia argentina durante la dictadura militar de 1976-1983.

Tavelli subraya que “esta característica de transparencia también aparece en todo lo que tiene que ver con los casos de abusos sexuales dentro de la Iglesia y su encubrimiento. Fue muy transparente en el tratamiento de esas cosas y muy fuerte, inclusive deponiendo a un cardenal norteamericano muy poderoso siendo completamente inflexible con estas cuestiones”.

-¿Qué balance puede hacerse del papado de Francisco?

-Murió el Papa, pero murió también el Papa argentino. Es como una doble muerte para nosotros, porque dejamos de tener también un argentino como Papa. No sé hasta qué punto fuimos conscientes de la importancia que tiene eso. Creo que su papado fue revolucionario ya desde el inicio porque es la primera vez en la historia que tenemos un Papa americano -en los primeros siglos de la Iglesia los papas venían un poco del lado más oriental del Mediterráneo, pero después en su totalidad fueron europeos y la mayoría italianos-. También fueron revolucionarias sus decisiones, como la de no vivir en el Palacio Apostólico, el uso de zapatos comunes, etc. El papa Francisco fue un hombre decidido y de acción, de mucha fortaleza, de gestos y de palabras. A través de estos dijo muchas cosas. Creo que un punto principal de su legado fue mostrar un rostro humano más allá de los nacionalismos, ya desde sus primeros viajes. El primero fue a la isla de Lampedusa, lugar de llegada de migrantes del norte de África en situaciones de extrema precariedad, donde muchos mueren en el camino. Puso su atención en los grupos de personas marginadas, excluidas o, como él decía, descartadas. Los migrantes, los pobres, los refugiados, los ancianos, los niños, todos aquellos grupos sufrientes desde diferentes formas, desde sus vulnerabilidades, él los puso en primer plano. Un mensaje que es muy evangélico. Él está diciendo: atención, seamos más humanos, más tiernos, ayudémonos más, respetémonos más. Un mensaje que es cristiano, pero que en definitiva es humano.

-Si tuvieras que definirlo como persona y como Papa, ¿qué dirías?

-Era una persona profundamente sensible e inteligente; comprendía rápidamente los contextos y necesidades, y poseía una profunda sensibilidad hacia los marginados. Creo que eso lo define, también la sencillez. Tomó el nombre de Francisco por San Francisco de Asís, el santo pobre que se despojó de todo, teniendo la posibilidad de ser un comerciante rico. Francisco decía: “la plata puede hacerte rico, pero puede hacerte pobre, según el uso que le des”.

-Se elegirá un nuevo Papa. ¿Cuán importante es el posicionamiento que tenga la Iglesia y por qué?

-Ahora la Iglesia se toma su tiempo de reflexionar, un tiempo de introspección, que en el caso del Vaticano se llama de sede vacante. No está el Papa, el Vaticano está vacío. Hay en la atmósfera un clima de ausencia. Es como un Vaticano que no tiene sentido porque no está su morador habitual que es el Papa. Empezará el cónclave y es muy difícil estimar hacia dónde puede ir la elección. Sí sabemos que Francisco cambió notablemente el equilibrio dentro del colegio de cardenales. Este colegio tiene un número aproximado de casi unos 200 cardenales, pero en el cónclave solo pueden ser elegidos quienes tengan menos de 80 años, ahí estamos en un número de 130 y pico. En realidad, los cardenales pueden elegir a cualquier varón bautizado, dice el derecho. Es decir, podría ser una persona que no es sacerdote o un sacerdote o un obispo de otro lugar, pero eso no ocurre hace siglos. Francisco nombró cardenales de distintos lugares; hoy hay más cardenales de América Latina, África, Asia y Oceanía. Es una Iglesia más multicultural. Pero, por otro lado, la historia enseña que después de papados muy fuertes, la Iglesia entra en un periodo de asimilación de ese papado. No busca nuevamente a un líder reformador o revolucionario. A veces a eso lo llaman un papado de transición. Después del papado de Juan Pablo II eligieron a Benedicto XVI. Los cardenales, aunque Bergoglio tuvo muchos votos, sintieron que no era todavía su momento, por eso se eligió a una persona que trabajaba en el Vaticano hacía muchos años como colaborador de Juan Pablo II y efectivamente condujo a la Iglesia hacia la nueva etapa. No sabemos si ahora va a pasar eso o no. Habrá que ver otro factor importante, que es el de la edad. Elegir entre cardenales “jóvenes” -menores de 70-  significaría optar por un Papa que puede vivir 20, 25 o 30 años. Quizás opten por alguien más grande, que no dure tanto tiempo. Pero puede haber sorpresas. Juan XXIII fue elegido con esta idea -alguien mayor para que sea un papado  tranquilo- e hizo una revolución en la Iglesia, convocó el Concilio Vaticano II, etc. En definitiva, uno puede hacer este tipo de especulaciones mirando la historia, pero nadie sabe realmente lo que viene por delante.

© LA GACETA

Perfil

Federico Tavelli nació en Buenos Aires, en 1976. Doctor en Teología con especialización en Historia de la Iglesia y licenciado en Ciencias Políticas con especialización en Relaciones Internacionales e investigaciones posdoctorales en Salamanca y Friburgo. Es profesor e investigador de Historia de la Iglesia y Metodología de la Investigación Científica, coordinador del Instituto de Investigaciones de la Facultad de Teología de la Universidad Católica Argentina y profesor de Historia de la Iglesia en la Universidad Albert-Ludwig de Friburgo.

Temas Tucumán
Tamaño texto
Comentarios
Comentarios