Las tres anécdotas más humanas del papa Francisco: fútbol, mates y humildad

En medio del luto mundial, vale recordar los momentos que revelan el costado más humano

Las tres anécdotas más humanas del papa Francisco: fútbol, mates y humildad Las tres anécdotas más humanas del papa Francisco: fútbol, mates y humildad
24 Abril 2025

Tras la muerte del papa Francisco, resurgen recuerdos y relatos que pintan al detalle su figura más terrenal y cercana. Jorge Bergoglio, el primer pontífice argentino y latinoamericano, no solo pasará a la historia por sus gestos revolucionarios dentro de la Iglesia, sino también por la calidez de sus pequeños actos. En medio del luto mundial, vale recordar tres anécdotas que revelan el costado más humano de Francisco: su pasión por el fútbol, su amor por los mates compartidos y su inquebrantable humildad.

Las tres anécdotas más humanas del papa Francisco: fútbol, mates y humildad

1. El hincha de San Lorenzo que no olvidó sus raíces

“Soy cuervo”, decía sin titubear. Francisco nunca ocultó su fanatismo por San Lorenzo de Almagro, el club de sus amores. De hecho, conservó su carnet de socio incluso al asumir como Papa. En una de sus primeras entrevistas como Sumo Pontífice, confesó que de joven iba religiosamente a la cancha y seguía los resultados del equipo desde Roma cuando podía. En 2013, el plantel completo del Ciclón fue recibido en el Vaticano tras salir campeón. Ese día, el Papa saludó uno por uno a los jugadores, sonrió con orgullo al sostener la camiseta azulgrana y hasta les preguntó con complicidad cómo habían jugado.

Las tres anécdotas más humanas del papa Francisco: fútbol, mates y humildad

2. Los mates que cruzaron continentes

Para Francisco, el mate fue siempre mucho más que una bebida: fue un puente. Durante sus audiencias y encuentros con fieles, no era raro verlo aceptar un mate ofrecido desde la multitud o incluso pedirlo si no lo encontraba cerca. “Es el gesto de compartir”, decía. En 2019, una imagen recorrió el mundo: un joven le alcanzó un mate al Papa en plena Plaza San Pedro y él, sin dudarlo, lo tomó. También se sabe que en Santa Marta, su residencia, tenía siempre una calabaza lista y yerba argentina. Ese pequeño sorbo era su manera de seguir sintiéndose en casa, aun rodeado de cardenales.

Las tres anécdotas más humanas del papa Francisco: fútbol, mates y humildad

3. Una humildad que nunca se puso sotana

Desde el primer día de su papado, Jorge Bergoglio rompió protocolos. Eligió vivir en la modesta residencia de Santa Marta en lugar del Palacio Apostólico, viajaba en autos sencillos y rechazaba los lujos. En 2013, sorprendió al mundo cuando, al terminar la misa inaugural como Papa, salió por una puerta lateral para saludar a los fieles como uno más. Cuando en Roma lo invitaron a cenas elegantes, muchas veces declinó la invitación con una sonrisa y un “prefiero sopa y cama”. Para él, ser Papa no era reinar, sino servir.

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