Superaron graves accidentes que los dejaron en silla de ruedas y jugarán la primera Liga Nacional de quad rugby

Guillermo López, Pablo Ale y Bruno Fernández conforman el equipo que disputará, desde este sábado, la primera edición del certamen.

EN ACCIÓN. Pablo Ale, Guillermo López y Bruno Fernández durante un entrenamiento. EN ACCIÓN. Pablo Ale, Guillermo López y Bruno Fernández durante un entrenamiento. LA GACETA / Foto de Diego Aráoz
Joel Katz
Por Joel Katz 09 Abril 2025

Ante la adversidad hay diferentes formas de reaccionar. Muchas veces es fácil dejarse llevar por la desesperación, por la resignación, y dejar de luchar. Pero en el espíritu humano, esa fuerza intangible de desafiar y superar los obstáculos que aparecen en el camino es una característica innata, presente en muchos. Ese es el caso de Guillermo López, Pablo Ale y Bruno Fernández, integrantes del seleccionado tucumano de rugby en silla de ruedas, que superaron episodios complicados en su vida y que ahora, ya adaptados hace tiempo a una realidad diferente, luchan contra viento y marea en el ámbito deportivo.

Por diferentes motivos, los tres deben utilizar sillas de ruedas para trasladarse diariamente. López, de 49 años, sufrió una lesión cervical en un accidente de tránsito en 2002. Fernández, de 43 años, tuvo un episodio similar que le causó una lesión en la médula cervical, algo que le provocó una parálisis de la cintura para abajo y también en algunos músculos del los hombros y los brazos. Por su parte Ale, de 40 años, cayó de un octavo piso en 2015 cuando trabajaba en una obra de construcción.

Los tres fueron unidos por el destino a través del quad rugby, una plataforma de escape y una nueva pasión.

Y es que el deporte es un motor importante, sobre todos para quienes son apasionados por alguna disciplina en particular (o por más de una). “Me despeja de los problemas diarios”, aseguró López, que antes de su accidente, competía en triatlón y que posteriormente, a modo de rehabilitación, practicaba natación hasta 2014, cuando llegó al quad rugby.

“Me enteré por medio de una publicidad que convocaban jugadores”, recordó López, que es odontólogo (trabaja de auditor) y que en 2019 fue convocado al seleccionado nacional.

Ale llegó al quad rugby gracias a su terapista ocupacional. “Él me contó que estaban enseñando a jugar al rugby en silla de ruedas y me invitó. Yo no le creía. Pero un día fui a ver y estaba Joaquín (su TO) con otros chicos en la Plaza Urquiza. Ahí empecé trabajar; me gustó y sigo hasta el día de hoy”, relató Pablo, que actualmente está jubilado por discapacidad, y que se define como un fanático del fútbol. “Miro todos los partidos: de afuera, de acá, del ascenso...”, aseguró.

“Fue un golpe lindo para mí porque vi a gente que estaba peor que yo y que saltaban en la silla como si nada. Te permite ver que sí podemos andar y hacer muchas cosas”, agregó Ale.

Fernández, por su parte, es el único que contaba con pasado en el rugby, ya que jugó en Lince. “Me enseñaron muchas cosas buenas en el club  y pensaba que eso se podía transmitir a través de este deporte. Además, ayuda a la rehabilitación”, dijo Bruno, que es médico traumatólogo y que, tras su accidente, ocurrido en 2013, se especializó en auditorías médicas, su profesión hoy en día.

Fernández fue uno de los pioneros de la disciplina en la provincia. Empezamos en 2015; nos pusimos de acuerdo con la terapista ocupacional, que me empujó para arrancar. Nos consiguieron un horario en el Complejo Ledesma y comenzamos. Después se fue sumando gente”, recordó.

A pulmón

Aunque en algún momento llegó a tener hasta ocho jugadores, el seleccionado tucumano de quad rugby hoy tiene apenas tres integrantes: Fernández, López y Ale. Así, con ese plantel reducido (deberán pedir “prestado” un jugador en cada partido), y en camino a conseguir un entrenador (Cristian Couvell, miembro del staff de la Selección Argentina, viene dando una mano en los últimos entrenamientos y podría ocupar ese rol), comenzará este sábado su participación en la flamante Liga Nacional: desde las 18, recibirá a Córdoba en la Escuela Municipal Petrona de Adami (avenida Perón 2.550).

El certamen, que tendrá su primera edición, contará con la participación, además de Córdoba y Tucumán, de dos equipos de Santa Fe y dos de Buenos Aires. Se jugará a una rueda, con un total de cinco fechas, algo totalmente novedoso.

Para Tucumán será una gran chance. López, Fernández y Ale esperan, más allá del resultado en sí, que esto le permita al seleccionado sumar gente y apoyo, ya que actualmente todo sale de sus ganas (y sus bolsillos).

“Es muy difícil, todos los gastos salen de nuestro bolsillo. No tenemos apoyo de ningún organismo oficial público o privado”, aseguró López, que reveló que la disminución de jugadores se dio por falta de incentivos y problemas de traslados (varios jugadores eran del interior).

“Esperamos que por medio de este torneo este deporte se difunda en la provincia y que se pueda acercar más jugadores y gente dispuesta a colaborar para el desarrollo del deporte adaptado, ya que la mayoría de la población desconoce de su existencia”, reflexionó López. “Esperamos crecer, que se sume más gente y que conozcan más el deporte. Como equipo buscamos crecer también, formarnos mejor, aprender más sobre el deporte, ya que todavía no habíamos participado en ninguna Liga”, coincidió Fernández. Además, el equipo busca un lugar fijo para entrenar. “Y que esté en condiciones”, agregó López.

En su vida, los tres jugadores del seleccionado superaron momentos difíciles en base a voluntad. Ahora, en el deporte, intentarán hacer lo mismo.

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