La explicación del organizador del cruce del Río de La Plata sobre la postergación: "Si largaba a los tucumanos, todos iban a abandonar"

Pablo Testa, fiscal de la organización Nadando Argentina y exentrenador de la selección de natación, dijo por qué postergó el cruce del río de los nadadores.

Juan José Sirimaldi fue uno de los nadadores que continúo con su rutina de entrenamiento. Juan José Sirimaldi fue uno de los nadadores que continúo con su rutina de entrenamiento. MATÍAS QUINTANA/LA GACETA

Pablo Testa, fiscal de la organización Nadando Argentina y exentrenador de la selección de natación, es uno de los coordinadores de la travesía del Río de la Plata, en la que participarán los nadadores Leonardo Broczkowski, Javier Fernández Figueroa, María Eugenia Farías, Juan José Sirimaldi y Diego Martínez Álvarez.  

Testa contó que se reunió con los integrantes del grupo y explicó los motivos por los que decidió postergar el cruce hasta la semana siguiente.  

“El cruce no se atrasó. Para estas aventuras, hay ventanas que tienen una fecha de inicio y otra de final. La idea es buscar el mejor día para poder hacerlo y que los nadadores lo logren”, explicó Testa.  

Los nadadores tucumanos se molestaron por la decisión de cambiar la fecha de la travesía. En principio, estaba prevista para el jueves pasado, pero las condiciones climatológicas no habrían sido favorables para la realización de la aventura.  

Ese día, sin embargo, el cordobés Gastón Medina logró completar el cruce en 15 horas y 40 minutos, aunque lo hizo con la organización Open Water Argentina (OWA). Esto generó inquietud en el grupo, y varios nadadores manifestaron su descontento por la modificación de la fecha. Por este motivo, solicitaron una reunión con Testa.  

Tras una intensa charla, se resolvió que hoy se conocerá si el cruce podrá realizarse a partir del martes 25. No se consideraron como opciones ni el domingo ni el lunes, ya que se prevé lluvia para esos días.  

“De acuerdo al nivel de los nadadores, ellos me pidieron que dispongamos de 16 horas o más para el cruce, porque su ritmo es más lento de lo ideal para este tipo de desafíos. Sé que están ansiosos, pero si salimos mañana, más de uno abandonaría porque el río se pondría en contra. Los que harán el recorrido completo no podrían superarlo si hay una bajante o una sudestada. No me queda otra opción que elegir un día con la mayor cantidad de horas propicias, porque lo que me interesa es que lleguen a la costa. No se pospuso la prueba, sino que se está esperando la mejor fecha”, explicó Testa, quien insistió en que la decisión se tomará luego de una evaluación con el equipo de logística.  

Fernández Figueroa tomó la palabra en representación del grupo y habló sobre los sentimientos que despertó la decisión.  

“Todos nos organizamos para venir esta semana: pedimos permiso en el trabajo, dejamos a nuestras familias y sacrificamos muchas cosas para estar acá. Que se cancele nuestra ventana nos complica demasiado, porque debemos gestionar nuevamente los permisos. Estamos muy preocupados por saber qué va a pasar. Si mañana nos confirman que podremos hacerlo hasta el martes, nos quedamos; si no, creo que la mayoría regresará a cumplir con sus responsabilidades”, aseguró.  

El último cruce

Gastón Medina fue el último nadador en cruzar el Río de la Plata. El cordobés completó el recorrido el jueves pasado, uniendo Colonia del Sacramento, Uruguay, con Punta Lara, Argentina. Registró una velocidad promedio de 2,88 kilómetros por hora, con una velocidad máxima de 6,02 kilómetros por hora.  

Lucas Rivet, coordinador de logística de Open Water Argentina (OWA), fue uno de los custodios de la hazaña del nadador.  

“El río estaba en óptimas condiciones para realizar la travesía”, afirmó sobre el último cruce. Rivet detalló que el Río de la Plata presentaba todas las condiciones necesarias para el desafío.  

“Necesitás un viento que apunte hacia el noreste y que no supere los 15 nudos (unidad marítima utilizada para medir la velocidad del aire), porque de lo contrario se cierra el puerto de Colonia del Sacramento. Dependiendo del tipo de nadador, se puede preferir un viento más o menos intenso, pero sin superar ese límite. Además, se requiere que el coeficiente de marea sea lo más cercano posible entre la alta y la baja, idealmente superior a un metro, ya que esto influye en el arrastre de la corriente. La idea es evitar que el nadador sea arrastrado demasiado hacia el Atlántico o hacia Buenos Aires”, explicó.  

Otro factor clave es la estabilidad climática, para evitar variaciones bruscas en el estado del río.  

Mientras tanto, la incertidumbre persiste para los nadadores tucumanos, quienes esperan con ansias una respuesta concreta sobre si podrán llevar a cabo la travesía.

Comentarios