
Lejos estuvo de ser el debut en casa soñado para Atlético en casa. Por la tercera fecha del Apertura, el “Decano” repitió la pálida imagen que había exhibido el pasado jueves contra Central Córdoba y cayó 3-0 con Riestra, bajo un clima infernal tanto por el calor como por la poca paciencia de su hinchada.
Los resultados no suelen explicarse por un solo motivo. De la goleada del “Malevo” hay mucho para analizar; desde lo futbolístico, desde lo anímico y mucho más. Pero en primer lugar, irremediablemente está la producción de Atlético en lo futbolístico. Y particularmente en lo hecho por el “Decano” en los tres goles de su rival: todos llegaron por errores del equipo de Facundo Sava.
Sí puede hablarse de todas las artimañas que esgrimió Riestra con cierto aval del árbitro Jorge Baliño. Ese aval que le permitió, durante los primeros minutos del partido, cuando Atlético era más, cortar sistemáticamente con falta los intentos de ataques “decanos”.
Más de una infracción fue merecedora de tarjeta, pero el árbitro se mostró impasible. De esa manera y demorando otras jugadas (algunos saques laterales) con intervención directa del propio Cristian Fabbiani, el visitante fue llevando el partido a su terreno y haciendo perder el eje a algunos jugadores de Atlético.
Se puede también hablar de la suerte. Esa que le jugó en contra a Renzo Tesuri, que debió salir a los 14 minutos de la primera mitad por un golpe en la rodilla. Las lágrimas del ex Godoy Cruz, una de las figuras de la última temporada, parecen anticipar una lesión de gravedad; algo que recién se confirmara en las próximas horas, cuando el volante se someta a estudios.
Atlético tampoco tuvo suerte cuando ya 1-0 abajo, no pudo aprovechar una desconexión entre Cristian Paz e Ignacio Arce que dejó el arco vacío. O la que a los 10 minutos del segundo tiempo le jugó una mala pasada a Miguel Brizuela y Luis Rodríguez quienes no pudieron empujar la pelota abajo del arco, tras un buscapié de Mateo Coronel que encontró, de casualidad, las manos de Arce.
Suerte. ¿Se puede decir que Riestra tuvo suerte en sus goles? Un poco sí. Pero, principalmente, tuvo ayuda de Atlético. Y no sólo en uno, ni en dos: en los tres tantos que el “Blanquinegro” marcó en el Monumental hubo negligencias “decanas”.
El primer tanto fue un golazo de Nicolás Sansotre. Su zurdazo se clavó en el ángulo pese al esfuerzo de Tomás Durso para intentar desactivar la “bomba”. Pero la jugada comenzó con un error en la salida; un pase de Kevin López que no encontró destino propio sino que cayó en los pies de Mariano Bracamonte y que dejó mal parado al equipo de Sava.
El segundo sí fue 100% error propio. Adrián Sánchez intentó tocar para Durso, pero su pase se quedó muy corto. El volante no vio que Jonathan Herrera estaba listo para ir a buscar la pelota. El ex Ferro se anticipó al arquero, lo eludió y después, con el arco a su disposición, simplemente empujó la pelota hacia la red.
En el tercer gol se conjugaron los dos factores letales de la noche: la mala suerte y la negligencia propia.
Durso, uno de los estandartes de la última temporada, y que casi nunca falla, se equivocó. Intentó lanzar un pelotazo ante la presión de Antony Alonso, pero demoró demasiado. Y con tanta mala fortuna que la pelota rebotó en el delantero de Riestra y se metió en el arco vacío.
Esa imagen retrató a la perfección lo que fue la noche de Atlético: un desconcierto total. Así lo evidenciaron los jugadores en la cancha, y así lo reflejó Sava en el banco de suplentes. Si no fuese la tercera fecha, si no fuese recién el tercer partido del año, esta derrota podría llegar a ser un fin de ciclo cantado.
Jugadores, cuerpo técnico y dirigentes... todos fueron apuntados por los hinchas luego del pitazo final;_y antes también.
Todos ellos deberán trabajar para cambiar la historia porque el triunfo en San Juan en la primera fecha quedó lejano y la imagen que persiste hoy es la de las dos últimas fechas.
En estos últimos dos partidos se vio a un Atlético perdido, que encima no tendrá tiempo para lamentos porque el calendario así lo exige: apenas tres entrenamientos tendrá antes de su próximo partido en Rosario contra Central, el sábado.
Tres días tendrán Sava y compañía para masticar la bronca, dejar atrás el mal trago e intentar mostrar al menos un atisbo de reacción; esa que faltó en el duelo contra Riestra y la que necesitará para encarar una larga temporada que no comenzó como esperaban todos en 25 de Mayo Chile.