Textuales: fragmentos de Paul Auster

Textuales: fragmentos de Paul Auster

05 Mayo 2024

“Su conversación se convirtió en uno de esos absurdos y elípticos intercambios que se producen cuando la gente coquetea en una fiesta, una serie de acertijos, conclusiones erróneas y hábiles estocadas en el arte de cómo superar a otro. El truco consiste en no decir nada sobre uno mismo de la forma más elegante y sinuosa posible, para hacer reír a la otra persona, para mostrarse ingenioso”. (Leviatán, Anagrama, 1993).

“No puedo interesarme por nada a menos que sea algo sin esperanzas”. (La música del azar, Anagrama, 1998)

“Un día hay vida. Por ejemplo, un hombre de excelente salud, ni siquiera viejo, sin ninguna enfermedad previa. Todo es como era, como será siempre. Pasa un día y otro, ocupándose sólo de sus asuntos y soñando con la vida que le queda por delante. Y entonces, de repente, aparece la muerte”. (La invención de la soledad, Anagrama, 2002).

“No queremos saber cuándo vamos a morir ni cuándo va a traicionarnos la persona a quien amamos. Pero nos encantaría saber cómo eran los muertos antes de morir, conocer a los muertos cuando estaban vivos”. (La noche del oráculo, Anagrama, 2004).

“Escribir una comedia ayuda a poner las cosas en perspectiva. El mundo ha ido de tragedia en tragedia, de horror en horror, pero los seres humanos seguimos existiendo, enamorándonos y hallando alegría en la vida”. (Brooklyn Follies, Anagrama, 2006).

“Que ya no eres joven es un hecho indiscutible. Dentro de un mes cumplirás 64 años, y aunque eso no es ser demasiado viejo, no lo que todo el mundo consideraría una edad provecta, no puedes dejar de pensar en todos los que no han logrado llegar tan lejos como tú. Ese es un ejemplo de las diversas cosas que podrían no pasar nunca pero que, en realidad, han ocurrido”. (Diario de invierno, Anagrama, 2012).

“Nacido el Día de los Difuntos y muerto cinco meses antes de su vigésimo noveno cumpleaños, Stephen Crane vivió cinco meses y cinco días en el siglo xx, deshecho por la tuberculosis antes de haber tenido ocasión de conducir un automóvil o contemplar un aeroplano, ver una película proyectada en pantalla grande o escuchar la radio, un personaje del mundo del caballo y la calesa que se perdió el futuro que aguardaba a sus pares” (La llama inmortal de Stephen Crane, Seix Barral, 2021).

“Vivir es sentir dolor, dijo para sí, y vivir con miedo al dolor es negarse a vivir”. (Baumgartner, Seix Barral, 2024).

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