“Hubo lobby de las petroleras en contra del biocombustible”, afirmó Mariano Campero

“Hubo lobby de las petroleras en contra del biocombustible”, afirmó Mariano Campero

El diputado tucumano denunció que, a último momento, el Gobierno nacional alteró lo acordado en el capítulo de la ley ómnibus dedicado a los biocombustibles.

MARIANO CAMPERO MARIANO CAMPERO
26 Enero 2024

“Evidentemente el aumento del corte de biocombustibles molesta a las petroleras”. Así, con esa frase, el diputado Mariano Campero denuncia que, a último momento, el Gobierno nacional alteró lo acordado en el capítulo de la ley ómnibus dedicado a los biocombustibles debido a que “hubo un lobby muy fuerte de las industrias del petróleo”. 

La semana pasada, en Tucumán se celebraba el acuerdo con la Nación, que subía el corte de etanol en las naftas y garantizaba un cupo y un precio.“Se había alcanzado un proyecto que contenía a todos los sectores. Y después de que  firmó un dictamen, nos encontramos con modificaciones”, revela Campero. 

La propuesta que se había acordado durante la negociación y que luego fue desconocida en el dictamen de mayoría contaba con el consenso de las seis provincias que producen biocombustibles: Tucumán, Salta, Jujuy, Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos.“El aumento del corte del bioetanol es clave para Tucumán y para las economías regionales. Pero el proyecto del presidente Javier Milei no es bueno ni para nuestro sector ni para los biocombustibles”, prosigue.

- ¿Cuál va a ser su postura en la sesión?

- Mi postura es clara: acompañamos los cambios que la Argentina necesita para ponerse de pie. No obstante, la desregulación debe ser equilibrada. Por eso, desde el bloque de la Unión Cívica Radical hemos trabajado en un dictamen en disidencia, con respecto al etanol.Los primeros días de enero, el Gobierno nacional mandó al Congreso un proyecto de bioetanol que fue rechazado por Tucumán y las demás provincias. Durante las dos semanas posteriores, las partes (congresistas, gobernadores, empresarios y funcionarios de Milei) acercaron posturas. Al cabo, se conocieron las primeras enmiendas, en donde se propone mantener el E12 como mezcla mínima y obligatoria. Y a partir del tercer año de que haya sido sancionada la ley, se deberá pasar a un corte de etanol de E18 de mínima y a un E27 de máxima.

“Realmente, es lo que buscábamos: ir a un mayor corte de biotenol. Celebramos esa decisión. Tucumán tiene cerca de 600.000 hectáreas productivas. Unas 300.000 son de caña de azúcar. Hoy, nuestras naftas contienen un 12 % de etanol (E12), cuyas materias primas son el maíz y la caña de azúcar. En Brasil y Paraguay ese porcentaje es de un 27 % (E27) y un 25 % (E25), respectivamente. La Argentina debe ir a un mayor corte de bioetanol”, valora.

Además, de esos 12 puntos actuales de bioetanol se acordó lo que se conoce como cupo: que se les asignen seis puntos de producción al maíz y seis puntos de producción la caña. “De ese modo, los industriales tienen la garantía de que colocarán en el mercado un determinado porcentaje. Además y por debajo del corte del 12 %, el sector azucarero tucumano había solicitado que no hubiera licitaciones de precios”, explica el diputado tucumano.

Sin embargo, esta semana trascendió que el Gobierno llevó adelante cambios en el texto del dictamen de mayoría. En vez de respetar el cupo del 6 % para cada sector (azúcar y maíz), estableció que la caña deberá entregar un promedio anual de los últimos tres años. 

“Lamentablemente, estas últimas cosechas estuvieron atravesadas por la sequía. Esto representaría un 4,5 % aproximadamente”, estima el diputado.“En 2024 vamos a una zafra récord. Tucumán pasará de 15 a 19 millones de toneladas de molienda. Pero estaremos limitados al promedio de los últimos tres años”, explica. 

“El dictamen de mayoría cambió todo el espíritu. Pierde previsibilidad y rompe derechos adquiridos. Se hizo oídos sordos a los gobernadores”, reflexiona.

- ¿Qué dice el dictamen de minoría del bloque radical?

- Planteamos directamente lo acordado por los sectores: por el maíz, por el azúcar y por el Gobierno nacional, en donde se establecía un piso de 12 puntos de etanol, con seis puntos para la caña y seis puntos para el maíz. 

Por último, Campero califica de “aberración” que se introduzca al plástico como material bio (“lobby de una corporación muy fuerte”), en referencia a que el artículo 309, que plantea lo siguiente: se entiende por biocombustible al bioetanol, al biodiésel y a cualquier otro biocombustible líquido que cumpla los requisitos de calidad que establezca la autoridad de aplicación y cuyo origen sea agropecuario, agroindustrial y/o provenga de desechos orgánicos y/o plásticos.

“Es un error conceptual que un biocombustible pueda provenir de un plástico. El plástico es un derivado del petróleo. Un biocombustible tiene que tener por materia prima un producto biológico: caña de azúcar, maíz, soja, colza, camelina, etcétera. Si hubiese un bioplástico hecho con maíz, y se pudiese reciclar (ya hay tecnologías, pero aún son onerosas), tal bioplástico reciclado en combustible podría considerarse un biocombustible”, cierra Campero.

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