Proponen que se unifiquen los atractivos de las plazas con los elementos de los bares

Proponen que se unifiquen los atractivos de las plazas con los elementos de los bares

La Unión Hotelera Gastronómica pidió una audiencia al Poder Ejecutivo luego de la medida tomada por la Municipalidad de San Miguel de Tucumán.

Proponen que se unifiquen los atractivos de las plazas con los elementos de los bares FOTO DE INÉS QUINTEROS ORIO LA GACETA

El plan de reordenamiento del espacio público de la Municipalidad de San Miguel de Tucumán no resultó favorable para el sector comercial. Ernesto Gettar, presidente de la Unión Hotelera Gastronómica de la provincia, manifestó su intención de trabajar en un polo gastronómico que unifique los atractivos de las plazas con los elementos de los bares.

“Es la gran preocupación de los comerciantes de una zona gastronómica bastante interesante que se hizo luego de la pandemia”, dijo el hotelero a la prensa. La ordenanza N° 5.277 habilitaba esta alternativa, luego la emergencia generada por el coronavirus, en 2020. Pero venció en octubre del año pasado.

Esta medida fue adoptada en algunas de las grandes plazas de San Miguel de Tucumán, como la Urquiza, en barrio Norte, o la San Martín, en barrio sur. El sector ocupado por bares, cafeterías y heladerías representaba aproximadamente un 10% de las capacidades de venta que tenían los locales comerciales, debido a su inversión en mesas y sillas y a la contratación de personal.

Durante este tiempo se han reunido quejas de la población acerca de la ocupación de estos espacios de vereda en las plazas. Basta con imaginar una jornada en horario pico donde convivan ciudadanos haciendo ejercicio, jóvenes y niños saliendo de la escuela, personas paseando a sus mascotas y gente tomando un café. En el medio, la tanda de mozos que van y vienen de una vereda a la otra y el tráfico que no cesa.

Aun así, para tantos otros es un espacio digno de disfrutar; es otra la sensación que se tiene al estar dentro de las cuatro paredes de un bar o en la parte techada de un deck. Para el cliente la medida resulta beneficiosa, pues ya no tiene que hacer tanta fila para entrar a un lugar a las seis de la tarde, porque se amplía la disponibilidad de cada local gastronómico. Esto, sobre todo en una ciudad capital, beneficia el consumo y significa más trabajo y más ganancia.

De allí que el planteo de Gettar es unificar ambas posturas y poder hacer del espacio público un lugar agradable para todos. “Estuvimos reunidos con los empresarios, viendo qué posibilidades había de compatibilizar el uso del espacio público con mesas y sillas para que el público en general pueda usar toda la plaza”, defendió.

Asimismo, remarcó la predisposición del sector de “buscar un punto de encuentro” con la Municipalidad teniendo en cuenta el deseo de los vecinos y el de los comerciantes. “Ellos no solamente hicieron inversiones, sino que también tomaron personal a cargo”, advirtió Gettar. Hasta el momento, no se habría despedido a nadie; los empresarios están a la espera de ser recibidos por las autoridades del municipio.

“Unificar el mobiliario”

“La idea es que a través de la Unión Hotelera podamos crear un puente con el municipio y llegar a un punto de encuentro donde no moleste a la gente que usa la plaza y, a su vez, se pueda utilizar alguna franja para mesas y sillas”, lanzó el titular de la institución.

Acerca de la propuesta, soltó que “estarían dispuestos a unificar el mobiliario; hacer algo bonito, atractivo. Un polo gastronómico interesante”. Esto significaría, según dio Gettar como ejemplo, la colocación de sombrillas que vayan a tono con las plazas o la disposición de elementos comunes que puedan utilizar los bares, entre otras alternativas.

Esta nueva metodología, además, supondría que los empresarios paguen a la Municipalidad por el uso del espacio público y que cuenten con los permisos requeridos. “Ya pedimos una audiencia (con el Poder Ejecutivo municipal) porque queremos abrir un canal de diálogo a ver si podemos llegar a un acuerdo”, comentó Gettar.

De concretarse esta conversación, se plantearía también reducir la cantidad de mesas y sillas que se colocarían en el espacio público para que no interrumpa la circulación de los ciudadanos. “Y siempre se preserva, por otro lado, el tema de los mozos. Con los reductores de velocidad que hay puestos (en la calle Santa Fe) se cuida bastante este tema”, dijo Gettar, sobre los bares aledaños a la plaza Urquiza.

“Realmente es algo muy bonito y llamativo el hecho de tener un desborde en la plaza, pero siempre sin entorpecer la circulación de la gente. En esta época tan difícil para la economía hay que buscar algunos puntos de encuentro”, remarcó el empresario.

Por qué esta iniciativa

El plan de reordenamiento del espacio público fue defendido hace unos días por Carlos Ríos, subsecretario de Relaciones Institucionales, que además anunció la voluntad de la Capital de instrumentar una nueva disposición para ordenar el sistema.

“No estamos diciendo que no se va a hacer nunca más, sino (que se hará) con una serie de condiciones que tienen que ser reglamentadas”, había dicho. Y mencionó: “Hoy a los propietarios les cobran más caro el alquiler porque les dicen que tienen el espacio público para que lo puedan usar; no debería ser así”.

Fue así que se refirió a la necesidad de revisar el asunto para que la ciudad se maneje dentro de un marco legal. “Hasta el empresario mismo lo necesita para que tengamos en claro cuál es el reglamento y el alcance de los mismos; y lo que podemos hacer y lo que no”, dijo Ríos.

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