La tristeza del domingo por la tarde: a qué se debe, según son los psicológicos y los expertos espirituales

La tristeza del domingo por la tarde: a qué se debe, según son los psicológicos y los expertos espirituales

También conocido como el “Síndrome del domingo”, este fenómeno es estudiado desde hace 17 años.

Sentirnos tristes los domingos por la tarde: a qué se debe, según son los psicológicos y los expertos espirituales Sentirnos tristes los domingos por la tarde: a qué se debe, según son los psicológicos y los expertos espirituales (Foto: cuerpomente.com)
07 Enero 2024

Para muchos, el domingo es el mejor día de la semana para descansar, pasear, compartir con amigos y familiares, entre otras cosas. Sin embargo, llegado el atardecer de este día florecen distintas emociones, muchas de ellas relacionadas a la nostalgia, tristeza y en ocasiones la culpa. Aunque parezca extraño, a este fenómeno se lo conoce como el “Síndrome del domingo” y tiene una explicación.

Este síndrome fue detectado hace 17 años por la psicóloga norteamericana Larina Kase, que realizó varias investigaciones al respecto, y según sus conclusiones, esa tristeza de los domingos afecta a personas de todos los países, edades y condiciones sociales, por lo que cualquiera podría desarrollarlo, especialmente durante el otoño e invierno, cuando los días se tornan más grises.

Cuándo aparece el “Síndrome del domingo” y por qué

Es después del almuerzo cuando empezamos a sentirnos más ansiosos, desanimados, tristes y apáticos, con una inestabilidad emocional. “Es la aversión que tenemos por el regreso del lunes al trabajo”, señala Laura Cáceres, Licenciada en Psicología, al diario La Nación.

Mencionó además que es el duelo que sentimos porque termina el fin de semana y la sensación general de desesperación o nostalgia por la promesa que ofrecen los domingos por la tarde al comenzar una nueva semana. Este conjunto de sentimientos surge en horas de la tarde, generalmente después del almuerzo, momento que se considera como el más triste de la semana y nos obliga a enfrentarnos a nosotros mismos.

“Una de las razones son los pensamientos anticipatorios de la semana siguiente. Comenzamos a pensar en lo que tenemos por delante: madrugar, el tráfico, los jefes, la cantidad de trabajo y los compañeros de oficina. Todo aquello que nos genere más malestar es a lo que le damos más vueltas y lo vivimos como si ya fuera lunes. Adelantamos lo que no nos gusta y lo sentimos de forma intensa sin necesidad de que llegue el lunes”, detalla.

Cómo afrontar el Síndrome del domingo

Cáceres recomienda aplicar ciertas estrategias para afrontar el síndrome del domingo por la tarde, como: tomar conciencia de lo que se está sintiendo e identificar qué genera ese malestar o tristeza, ya que la causa puede encontrarse en el ámbito familiar, laboral o de la pareja.

“Revisar nuestros estilos de vida, y buscar planes que motiven y resulten apetecibles. Al final, se trata de dedicar tiempo de calidad para hacer aquello que nos gusta, pero que durante la semana no podemos. De hecho, el disfrutar de tiempo de calidad con amigos y familiares puede ayudarnos a mitigar el problema”, afirma la terapeuta.

Por último, aconsejó hacer ejercicio, ya que esto ayudará a generar endorfinas, las hormonas relacionadas con la felicidad, y a evitar el alcohol, pues es un depresógeno.

La tristeza del domingo y su explicación espiritual

Además de la explicación psicológica, también existe una creencia popular que explica las razones espirituales detrás de las emociones producidas por el Síndrome del domingo.

El sitio de Facebook "Entre Líneas", dedicado a publicar temas religiosos, explica que la tristeza del domingo por la tarde se debe a la visita y despedida de seres queridos que fallecieron hace algunos años.

“Dicen que los domingos por la mañana las almas de aquellos que creímos perder, de aquellos que extrañamos tanto, aquellos que se nos adelantaron, nos vienen a visitar y que en medio de esa algarabía se sientan a la mesa con nosotros, por eso aparecen los recuerdos, las risas , las carcajadas…”, señala el sitio.

Luego, indica: “Dicen que a media tarde nuestros seres queridos empiezan a despedirse, tal vez cuando nos acostamos a dormir la siesta o bien nos relajamos y vemos tv, vienen, nos besan en la frente, acarician nuestras mejillas, nos bendicen dulcemente y es porque llegó la hora de que ellos se marchen a su sitio y terminan de irse justo cuando el sol se mete, dicen que por eso es que las tardes de los domingos nos parecen tan melancólicas pero tan cálidas a la vez. Porque nos acarician, nos acompañan todo el día y se retiran justo cuando anochece…”.

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