¡Al agua pato! Furor por la pile este verano

¡Al agua pato! Furor por la pile este verano

Con la llegada del calor, empieza el operativo verano: los papás buscan profes, academias o clubes para que sus chicos pasen el verano en el agua. Beneficios de una actividad, algunas opciones de colonia y consejos.

¡Al agua pato! Furor por la pile este verano

Silenciosa y tranquila hasta que entra al agua. Con su pequeño traje de baño rosa y violeta espera su turno. Cuando la meten a la pileta y se vuelve un torbellino: ríe, juega y, sobre todo, flota. ¡Es increíble! Catalina Acosta sólo tiene siete meses y logra mantenerse hasta media hora en la piscina. “Se adaptó rapidísimo; es hermoso. Vemos cambios tremendos en su postura. Ya se sienta, hay avances en el movimiento de sus manos y piernas, y a nosotros nos da mucha más seguridad y tranquilidad”, dice Cristina Díaz, mamá de la beba e impulsora de la idea de que su hija aprenda a nadar desde muuuy pequeña. Y, como ella, miles de papás tucumanos se alertan ante los accidentes domésticos de las noticias y deciden llevar a sus hijos a aprender natación.

En escuelas de natación, en colonias, en academias con enseñanza aún más personalizadas o con la presencia de profesores que visitan a domicilio. Las posibilidades en la provincia son cada vez más. Es que, con tanta pileta (y ahora con tanto calor) los clubes no dan abasto y surgieron nuevas alternativas para brindar respuesta a esta necesidad. “El problema es que tenés la pileta los 365 días del año, haga o no haya calor. Y no hay concientización de los riesgos; ahora, en verano, se exacerba más. Los padres se activan como resortes cuando hay accidentes en otros lugares... pero no piensan en que a veces viven en su propia casa con el riesgo en el fondo. La natación es un seguro de vida”, advierte a LA GACETA Graciela Vece (@natacionbebesargentina), psicóloga, profesora de Educación Física y Magister en Educación Física en la Universidad de Salamanca, España. Hace casi 40 años se dedica a la enseñanza de este deporte, y hace poco menos de una década tiene su propia escuela en el Barrio Congreso.

Allí nos reciben ella, sus alumnos y los papás. Zoe Barrionuevo tiene 3 años y empezó a tomar clases a los dos meses -cuenta su mamá- para que tuviese autonomía acuática, al igual que su hermano mayor Mateo. “Me parece fundamental que aprendan -reflexiona Natalia Campos-; queríamos que pueda disfrutar la pileta. Y vimos cómo le cambió la actividad, a nivel de motricidad. A los 10 meses ya caminaba, a los 7 se trepaba del tobogán y se tiraba a la pileta; le trajo mucha confianza para subir y bajar escaleras... Adquirió mucha autonomía en lo personal”.

Para niños

Graciela comenta que en la mayoría de los casos los papás se acercan por seguridad: quieren evitar que sus hijos sufran algún accidente “de esos” que se ven tanto en la tevé. “Mientras antes iniciás, mejores resultados conseguís. La etapa ideal es de 0 a 3 meses, porque el niño viene de un entorno medio líquido; tiene memoria del vientre materno. En el agua se siente cómodo. Lo acostás en el agua y sus vías respiratorias quedan por fuera; así como aprenden a sostener la cabeza fuera del agua, lo aprenden dentro. Y un bebé que nació estimulado, a los cinco meses ya flota solo”, indica.

Mientras nosotros charlamos, en la pileta los chicos se divierten y ríen, en compañía de los demás profes. A un borde está Manuela González de, 2 años, acompañada por su mamá María Belén Fernández. La nena todavía está un poco reacia a meterse a la pile. Pero en cuanto lo hace, ya no hay quien la pare. “Tenemos pileta en casa y me parece súper necesario que sepa nadar, por una cuestión de seguridad. A ella le encanta, y vemos cómo ahora tiene más confianza en casa; podés ver como ella interactua más con vos y con la pileta. Además, le ha ayudado mucho en la cuestión de los límites; con la natación aprenden que no se pueden confiar”, añade.

“Con la natación, el desarrollo de la motricidad de los chicos es más rápido. A veces nos preguntan: ¿cuál es la necesidad de andar rápido?. Lo que hay que hacer es aprovechar las potencialidades que el niño tiene; el agua, por la gravedad, te permite hacerlo de un modo más relajado. Con eso, la musculatura se desarrolla de una forma más pareja [...] ademas, aprenden a resolver situaciones de riesgo. El agua es un espacio de riesgo y, si logra resolver situaciones así en un medio tan tremendo como el agua, afuera del agua lo potencian, y eso los ayuda en la vida cotidiana”, añade Vece.

Para grandes

Hay otra razón que mueve a los padres a llevar a sus hijos a aprender. “Muchas veces los papás no saben nadar y tienen miedo. Y aún en esa situación ponen pileta en casa. Por eso nosotros sugerimos que también ellos aprendan; es más rápido, porque el adulto aprende por razonamiento. En cuatro clases un adulto puede aprender a coordinar los tres estilos principales de nado: crol, pecho y mariposa”,

Cualquiera, a cualquier edad, puede aprender. “Y cuando el adulto sabe, ya no le transmite el temor a sus hijos”, considera Vece. Además, en los adultos tiene grandes beneficios: “les eleva el autoestíma, les cambia la seguridad. Si no, viven con mucha tensión, no sólo en casa, sino en vacaciones. Me dicen ‘nos quedamos aislados y sentados mientras los demás disfrutan’. Pero, cuando ya han aprendido, vuelven contentos, sobre todo de las vacaciones”, asegura.

En estas décadas de enseñanza, “la profe” ha podido presenciar cómo ha evolucionado la disciplina en Tucumán. “Hay un cambio de mentalidad en algunos padres, sí, pero todavía cuesta, por ejemplo, entender la natación en invierno. Hay un cambio de paradigma, pero es muy lento, porque no hay difusión sobre la prevención y los beneficios que tiene esta actividad -reflexiona-; no hay concientización, no se hacen tareas de prevención. La natación es un seguro de vida, más en los lugares como Tucumán, que tenemos tantos espacios acuáticos. No sólo pileta, sino ríos e incluso el Dique, donde tantos accidentes ha habido”.

¡Al agua pato! Furor por la pile este verano

Lugares

El verano ya está llegando y, además de las escuelas y de los profesores particulares, ya hay colonias de vacaciones programadas. A partir del 18 de diciembre se iniciará en Yerba Buena una nueva edición de la Colonia de Verano Municipal; funcionará hasta el 16 de febrero, de 9 a 12, en el Club Tucumán Rugby. La temporada completa tiene un costo de $ 35.000. Para inscripciones y para más información, podés comunicarte con la Dirección de Deportes municipal.

Los clubes también tendrán, como cada año, sus colonias:

- El Club Central Córdoba hará funcionar la suya a partir del lunes 12, de 9 a 12.30; pueden inscribirse niños a partir de los 5 años. Para más información, podés comunicarte al 3815359000.

- Tucumán Lawn Tennis comenzará la colonia el lunes 18. Funcionará de lunes a viernes de 9.30 a 12.30, en la sede central del Club. Habrá actividades recreativas indoor y outdoor, y natación. Para más información, comunicarse al 381 217 8457.

Recomendaciones para evitar accidentes

- La primera norma de seguridad para evitar accidentes es que el niño sepa nadar. “Por eso felicitamos a los papás cuando traen a sus hijos a tomar clases”, advierte Vece.

- Nunca estar solo en la pileta, ni siendo niño ni adulto. “Porque te podés desvanecer y golpear. No sólo podés accidentarte por no saber nadar, sino porque nadie te ha podido sococorrer en una emergencia”,

- Nunca dejar juguetes cerca del agua y proteger la piscina con un cerco.

- Llenar siempre la pileta hasta el borde. “Hay una creencia de que es menos peligroso si no está llena por completo, y es un error. Si el nene cae, su visión está en el borde. Si ha sido entrenado, podría treparse y subir solo. Ahora, si no hay agua, ni tampoco ve el borde...”, asegura Vece.

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