Los Tarcos tiene una corona que defender en Yerba Buena

El año pasado, la edición inaugural del Seven de Yerba Buena consagró un campeón indiscutible: Los Tarcos. El “rojo” fue una Ferrari que ganó el torneo de punta a punta, goleando a todos sus rivales en el camino y coronando la conquista con un 31-0 sobre Tucumán Rugby en la final por la Copa de Oro. Un año después, el conjunto del ex aeropuerto deberá defender su lugar de privilegio: este sábado, el Jockey Club albergará la segunda edición del Seven yerbabuenense, auspiciado por LA GACETA, que tendrá más equipos en competencia y que promete ser aún más competitiva en su pretensión de convertirse en un clásico.

Al mando de los campeones defensores volverá a estar Ricardo Gravano. El suyo es un apellido bastante ligado al seven: así como en los últimos años Ricardo fue entrenador de Tucumán 7 junto a Francisco Aráoz y Ezequiel Faralle, su hermano Leonardo es entrenador de Los Pumas 7’s junto a Santiago Gómez Cora. O sea, no es ningún improvisado en estos menesteres. “El año pasado yo no estaba con la Primera del club, pero sí venía con el proceso de seven del seleccionado tucumano, así que tenía varios jugadores de mi club trabajando conmigo desde hacía tiempo. Y como habíamos terminado anticipadamente el Torneo del Interior pudimos trabajar con un poquito más de tiempo. Además, ya habíamos trabajado a principios de año para el Seven de Tafí del Valle, donde ganamos la Copa de Plata, un año después de haber ganado la de Oro”, explicó Gravano las causas de la contundente superioridad de Los Tarcos en el primer Seven de Yerba Buena.

Uno de los factores que se deben tener en cuenta a esta altura de la temporada y que puede inclinar la balanza en favor de unos y en contra de otros es el desgaste físico. “El Regional es muy extenso y competitivo, y por ende resulta desgastante. Y creo que eso se nota en el Torneo del Interior. Los equipos llegamos si mucho resto físico, y eso se nota en los resultados. El único que pudo llegar este año fue Universitario, que sumó jugadores de experiencia durante el año, como Lisandro Ahualli, que le dieron otro aplomo al plantel. Bueno, ese desgaste también se siente en los seven a fin de año. Los jugadores por lo general llegan con cierta carga o algunos en proceso de recuperación de lesiones”, advirtió Gravano.

Precisamente por esa razón -las lesiones- será que Los Tarcos sufrirá ciertas bajas con respecto al plantel campeón del año pasado, como Bruno Gómez Urrutia, Joaquín Bourguignon, Franco Alves Rojano y Santiago Salazar. No obstante, Ricardo considera que este año habrá una competencia más pareja. “La modalidad de seven sigue siendo medio resistida todavía en Tucumán, así que no sé si todos los clubes presentaron sus mejores equipos. Universitario y Tucumán Rugby fueron los dos más sólidos aparte de nosotros. De todos modos, creo que esta vez con todo el tema del circuito, los equipos se van a preparar mejor y habrá una mejor competencia”.

La segunda edición del Seven de Yerba Buena se dividirá en dos categorías: Los Tarcos estará en la A junto a Jockey Club (club anfitrión), Tucumán Rugby, Cardenales, Natación, Huirapuca, Lince y Aguará Guazú.

Por su parte, en la categoría B (Ascenso y Desarrollo) estarán Aguará Guazú, Corsarios, Liceo, Coipú, Tafí Viejo, Monteros Voley, San Martín, Los Alisos, Cobras, Santa Ana, Bajo Hondo y Jockey Club Invitación.

Al mando de los campeones defensores volverá a estar Ricardo Gravano. El suyo es un apellido bastante ligado al seven: así como en los últimos años Ricardo fue entrenador de Tucumán 7 junto a Francisco Aráoz y Ezequiel Faralle, su hermano Leonardo es entrenador de Los Pumas 7’s junto a Santiago Gómez Cora. O sea, no es ningún improvisado en estos menesteres. “El año pasado yo no estaba con la Primera del club, pero sí venía con el proceso de seven del seleccionado tucumano, así que tenía varios jugadores de mi club trabajando conmigo desde hacía tiempo. Y como habíamos terminado anticipadamente el Torneo del Interior pudimos trabajar con un poquito más de tiempo. Además, ya habíamos trabajado a principios de año para el Seven de Tafí del Valle, donde ganamos la Copa de Plata, un año después de haber ganado la de Oro”, explicó Gravano las causas de la contundente superioridad de Los Tarcos en el primer Seven de Yerba Buena.

Uno de los factores que se deben tener en cuenta a esta altura de la temporada y que puede inclinar la balanza en favor de unos y en contra de otros es el desgaste físico. “El Regional es muy extenso y competitivo, y por ende resulta desgastante. Y creo que eso se nota en el Torneo del Interior. Los equipos llegamos si mucho resto físico, y eso se nota en los resultados. El único que pudo llegar este año fue Universitario, que sumó jugadores de experiencia durante el año, como Lisandro Ahualli, que le dieron otro aplomo al plantel. Bueno, ese desgaste también se siente en los seven a fin de año. Los jugadores por lo general llegan con cierta carga o algunos en proceso de recuperación de lesiones”, advirtió Gravano.

Precisamente por esa razón -las lesiones- será que Los Tarcos sufrirá ciertas bajas con respecto al plantel campeón del año pasado, como Bruno Gómez Urrutia, Joaquín Bourguignon, Franco Alves Rojano y Santiago Salazar. No obstante, Ricardo considera que este año habrá una competencia más pareja. “La modalidad de seven sigue siendo medio resistida todavía en Tucumán, así que no sé si todos los clubes presentaron sus mejores equipos. Universitario y Tucumán Rugby fueron los dos más sólidos aparte de nosotros. De todos modos, creo que esta vez con todo el tema del circuito, los equipos se van a preparar mejor y habrá una mejor competencia”.

La segunda edición del Seven de Yerba Buena se dividirá en dos categorías: Los Tarcos estará en la A junto a Jockey Club (club anfitrión), Tucumán Rugby, Cardenales, Natación, Huirapuca, Lince y Aguará Guazú.

Por su parte, en la categoría B (Ascenso y Desarrollo) estarán Aguará Guazú, Corsarios, Liceo, Coipú, Tafí Viejo, Monteros Voley, San Martín, Los Alisos, Cobras, Santa Ana, Bajo Hondo y Jockey Club Invitación.