Cartas de lectores
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Quema de vegetación en Tucumán en el mes de agosto y septiembre

Como sucede desde hace varios años los meses de agosto y septiembre fueron aquellos donde la quema de vegetación se agudiza. Así, los datos satelitales de la NASA mostraron que hubo 1271 focos de fuego en agosto y 694 en septiembre. En todos los casos el grueso de la quema estuvo concentrado en la zona cañera de Tucumán, también en el zona este (zona granífera), en el pedemonte (zona cítrica por excelencia), en la zona montañosa y a lo largo de la ruta principal que atraviesa a Tucumán de norte a sur. La situación de incremento de los focos de fuego en invierno, que genera dióxido de carbono, óxidos de nitrógeno y partículas de diferentes tamaños tiene un correlato con la salud de la población como fuera demostrado por profesionales médicos de la UNT en el 38° Congreso de Pediatría. Allí se afirmó que el hollín puede afectar los pulmones y ojos de los niños que viven en localidades próximas a las fábricas azucareras y a los campos en donde se prende fuego. El otro estudio titulado “Prevalencia de Síntomas respiratorios y oculares en época de zafra en escolares de una ciudad de Tucumán en relación a la contaminación ambiental (2010-2012)”, cuyos autores son los doctores Rogelio Calli y Mateo Martínez, entre otros, mencionaron que el efecto de la contaminación del aire en los ojos se manifiesta con la presencia de lagrimeo, picazón, ardor o enrojecimiento. Otros efectos son los daños al suelo ya que al quemar rastrojos de la caña se elimina el carbono del suelo lo que lleva a una pérdida de la fertilidad de los mismos. Por otro lado, el uso excesivo de fertilizantes nitrogenados en el cultivo de la caña y ante casos de quema puede resultar en emisiones elevadas de dióxido de nitrógeno que como se mencionó en un gas irritante y al ser un gas de efecto invernadero contribuye al aumento de temperatura atmosférica.

Juan González

San Juan 141

Lules

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