El tucumano Ávila, entrenador en Paraguay, aprovechará su visita a la provincia para cumplir su deseo de retirarse en Lince

El tucumano Ávila, entrenador en Paraguay, aprovechará su visita a la provincia para cumplir su deseo de retirarse en Lince

El último baile de "Juanillo".

PLANES. En la próxima edición del Súper Rugby Américas, Ávila será entrenador asistente de Yacaré XV, la franquicia de Paraguay. PLANES. En la próxima edición del Súper Rugby Américas, Ávila será entrenador asistente de Yacaré XV, la franquicia de Paraguay.

En la multiplicidad de camisetas que un jugador de rugby puede llegar a vestir en su vida, ninguna se compara a la primera: la del club de origen, cuyos colores y formas se impregnan en la piel como un tatuaje invisible. Y por eso a Juan Ávila, que en los últimos años anduvo dando vueltas por Buenos Aires y Paraguay, primero como jugador y luego como entrenador, le vino un cosquilleo cuando supo que existía la posibilidad de volver a vestir la casaca de franjas grises y rojas una última vez, a modo de despedida. La oportunidad le llegó en ocasión de la gira por Tucumán que tenían prevista para esta semana los seleccionados mayor y M17 de Paraguay, en los que Juan se desempeña como entrenador asistente y entrenador principal, respectivamente. La visita de los Yacarés coincidió con la participación de Lince en la Liguilla de Reclasificación del Regional, lo que dejaba servida una doble chance: la de Ávila de despedirse en su club, y la de su club de contar con él como un gran refuerzo en la primera línea para la semifinal de mañana contra Jockey Club.

"Me despedí en Lomas a principios de año porque hay muchos compromisos en Paraguay y no sabía si se podría dar un último partido en Lince. No estaba planificado, simplemente se dio", aseguró Juan, quien el fin de semana pasado volvió a vestirse de gris después de una década. "Mi último partido en el club había sido en 2013, siendo campeones del Torneo de Bajo Hondo. Volver fue una sensación muy linda. Estaba nervioso, pero fue lindo volver y que estuviera un gran amigo y compañero, Gabriel Fanjul, el único que queda de la camada 85. Eso lo hizo especial. Le prometí que nos íbamos a retirar juntos y acá le estoy cumpliendo", contó Ávila.

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El que al parecer no cumplirá el pacto es Fanjul, porque siente que puede tirar un añito más. "La idea era dejar juntos, pero yo seguiré otra temporada. De todos modos, es muy lindo jugar con Juan. Ya le dije que será su último baile", resumió Gabriel, en referencia a "The Last Dance", el documental de Netflix que narra la última temporada de los Chicago Bulls de Michael Jordan.

El club de Silvano Bores al 800 alojará mañana los dos partidos de semifinales de la Liguilla. A partir de las 14.45, Lince enfrentará a Jockey Club, y desde las 16.30, chocarán Cardenales y Santiago Lawn Tennis. Los ganadores de ambas llaves avanzarán a la final y ganarán una plaza para su unión en el Súper 10 del Regional 2024.

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"Contra Jockey espero un partido cerrado por los forwards. Lince es un equipo joven que viene creciendo partido a partido. Tal vez no se dieron los resultados, pero cada fin de semana fue mejorando y creo que el año que viene el equipo empezará diferente, ya que tendrá un año de aprendizaje", auguró el también ex pilar de los Naranjas.

SOCIEDAD DE PRIMERA. Juan Ávila y Gabriel Fanjul, los únicos que quedan de la camada 85. Tras una década, volvieron a compartir cancha en el partido contra Tigres.

En retrospectiva

Juan tiene la tranquilidad de mirar hacia atrás y no tener nada que reprocharse. Jugó el Regional con Lince, el Campeonato Argentino con Tucumán, el torneo de la URBA con Lomas Athletic y la Superliga Americana (hoy renombrada como Super Rugby Américas) con Olimpia Lions. "No me faltó nada. Tal vez me quedó esa espina de no haber podido ser campeón regional con Lince, pero siempre di todo lo que pude en todos los lugares que estuve. Estoy feliz por todo lo vivido. Muchas historias, muchas batallas y, sobre todo, muchos amigos", pasa en limpio Ávila, quien desde hace dos años está dedicado a full a sus múltiples tareas en Paraguay, donde también es preparador físico del seleccionado femenino. "Me llamaron y no lo dudé. En ese momento estaba en Lomas y creí que ya era tiempo de un cambio para mí y mi familia, así que nos fuimos", contó.

A horas de su última función, "Juanillo" asegura que lo disfruta con intensidad. "Son muchas sensaciones por volver a jugar y despedirte en el club que te vio nacer, donde quedaron grandes historias vividas dentro y fuera de la cancha. Quiero agradecer al club por permitirme jugar un último partido para retirarme en mi casa; a mi esposa Marta que siempre me bancó y a mi familia y amigos que siempre estuvieron y están".

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